4 Seasons (KyuHyun-Hetero)

Capítulo 4

-Pensé que Orelle había logrado impedir que vinieras. Un gusto tenerte por aquí, Cho.- Vidonia sonrió mientras le guiaba el camino a Kyu hasta ese árbol enorme con las características flores azules y plateadas creciendo en sus raíces

-¿Cómo es que nunca antes las había visto?- se inclinó para tocar una y los pétalos eran suaves como seda

-Es porque solo los que pertenecemos a estos mundos podemos lograr que los mortales vean este tipo de cosas. Vamos, deja de admirar las flores de Idalia –Kyu se incorporó siguiéndola mientras rodeaban el árbol

En algo que pareció ser un tobogán de delirios entro al reino de su diosa azul. El intenso frio le calo los huesos al instante y sintió su cuerpo volverse vulnerable ante los cristales que parecían ser los copos de nieve que caían de manera implacable en la zona. La gruesa capa de nieve le hundía los pies y un viento fuerte lo empujaba en reversa a su andar. 

-Es el infierno de hielo- comentó el hada que caminaba a un lado de él con un abrigo grueso y cálido que le hacía casi inmune al clima tan seco.

-Sin duda. Cuando escuche hablar del clima horrible que existía aquí, no me imagine que en menos de 5 minutos este sufriendo hipotermia- sus labios morados de frio, el cabello castaño cubierto de blanco y la piel palidecida del ártico clima le había entumido el cuerpo entero. Era una verdadera suerte que siguiera caminando

-Lamento no haber avisado de esto. Espero la hermana de mi reina pueda ser amable y ofrecer algún cobijo y bebida caliente para compensar tu recorrido- aunque de verdad no lo lamentaba. Las órdenes de Vanessa habían sido claras

"Déjalo que recorra todo ese camino sufriendo. Esta tan ansioso por conocerla que no va a razonar sobre las circunstancias en las que se encuentra el reino de mi hermana. Al menos pulmonía obtendrá de ello y un buen daño de garganta no sería lo mínimo"

Después de continuar caminando 10 minutos, Vidonia se detuvo y Kyu la miró desconcertado mientras tiritaba

-No puedo continuar- expresó ella –No estoy hecha para este clima. Lo lamento, tendrás que recorrer todo lo que resta de camino solo

-Pero, ¿Por qué?- se desesperó. Lo dejaría varado en medio del peor desierto blanco –Debes resistir. No conozco el camino y si me pierdo o me ocurre algo la única que podría salvarme serias tú

Pero el hada se había desvanecido en destellos rojos ante sus ojos. Y su estado de frialdad corporal le había impedido hacer algo al respecto

-¡Mierda!- se giró de nuevo hacia donde se encontraba el imponente castillo de Idalia. Y tomó fuerzas de su débil cuerpo para continuar ese largo recorrido

**

-Quiero que Kyu regrese conmigo madre- Partenia se había presentado a primera hora de una manera demandante

-Hija. Lamento decirte que tu carácter no encajo con las expectativas de mi protegido. Yo no influyo de manera real en su decisión. Es un hombre y él puede decidir de manera libre con cual quedarse y con ello curarse. Lo siento cariño

-Pero madre- Nélida miró el labio inferior de su primogénita curvarse hacia fuera tembloroso -¡No puedo creer que solapes así a Vanessa!

Y su llanto se hizo presente ante un fuerte suspiró exasperado de Noa –Deja de lloriquear- le ordeno harta después de escuchar sus lamentos unos minutos –Por eso él te ha dejado

-¡Noa!- la reina sorprendida dejo rápidamente su taza de té en la mesa de centro de la elegante sala

-¡Todos están en mi contra!- soltó un gemido mientras limpiaba de un manotazo sus gruesas lagrimas –Si ese chico iba a decidir por Vanessa, debías de saberlo desde un principio. ¡Sólo provocaste que me sucediera lo mismo que a Idalia!