Capítulo 5

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-¡Tu hermana me dejó entrar a su castillo!- le contaba emocionado –Es más, hasta me cargo inconsciente y vigilo mi recuperación

-Y después te volvió a echar- le recordó Orelle –Mira Kyu- suspiro –No quiero desanimarte ni nada, pero debes de ser realista antes que nada. Mi hermana no cambio sus expectativas sobre ti. Si te dejo entrar a su castillo y te vigilo para que no murieras es porque no quería cargar con el fallecimiento de un cristiano en su conciencia

La sonrisa del chico se desvaneció de sus labios para formarse en una dura línea –Tu sólo lo dices porque quieres desanimarme, pero solamente estoy esperando a recuperarme de esta odiosa gripe y volveré a ver a Idalia

-¿Enserio?- le miro incrédula y rio –Te deseo suerte con eso- se levantó del asiento donde se encontraba y le palmeo la espalda- Mi hermana perdona la vida una vez. No dos.

Él se quedó dudoso ¿Perdonar la vida? Idalia no era una asesina, ¿o sí?

**

-¿Cómo vas de tu gripe cariño?- el descaro de su pregunta le irrito

-Bien. Pronto estaré totalmente recuperado

-Y cuéntame, ¿Qué tal la cita con mi hermana? Me contaron que fue dramática y dulce

Los ojos de Kyu destellaban desprecio puro –No es de tu incumbencia. Y tu plan de que muriera de neumonía se frustro, entonces seguramente quieres saber detalles para asegurarte de saber que salió mal y no volver a repetir ese terrible error, ¿cierto preciosa?

Su sarcasmo la asqueo –Yo no soy una asesina, niño estúpido- su rostro se deformo en molestia –A la que si deberías de preguntarle cuantas muertes carga en su vida es a tu adorada musa. Ella si sabe de féretros

***

-¡¿Por qué diablos todo mundo le acusa de quitar vidas?!- Cho estaba exasperado. Y aunque quería terminar su investigación con Partenia y Nélida, tampoco quería correr el riesgo de que estas también le dieran una respuesta positiva al hecho de que su ideal fuese una asesina

-Te dije que no indagaras donde no te importaba, metiche- le regaño Noa –Es mejor que vayas a casa ya y deje a Idalia por la paz

-No puedo- le respondió firme –Es como una idea constante en mi mente. Quiero saber quién es ella, como es ella, porque es así, para que lo hace. Quiero saberlo todo acerca de ella

-La curiosidad mato al gato- la chica no se atrevió a mirarlo, pero pudo sentir la frustración en la mirada de Kyu.

-Pues quisiera morir en el intento en tal caso

-No sabes lo que dices- pero la seguridad de Kyu la asusto –Kyu...

-Pensé que la única que me diría algo contrario a los demás serias tú, pero veo que también te niegas a creer en que Idalia no es la persona que todos creen como yo. Son decepcionantes. Son repugnantes todos ustedes- le daba nauseas escuchar los comentarios negativos acerca de su diosa plateada.

-Kyu, piensa las cosas, analízalas. La única persona que crea fantasías buenas sobre ella eres tú. Los demás te hablamos de la realidad

-Tu realidad es solo palabras maliciosas, igual que la realidad de los demás. Además, ¿si muero qué? Total- se encogió de hombros- no es nada alejado o diferente a lo que pasaría después. La vida tendría que terminar para mí de algún modo.- se arregló la manga del saco gris que llevaba puesto y bajo la mirada al suelo de madera

-Pero no morir así, de una forma fea, de una forma agonizante, dolorosa, ¿Qué tal si tu salvación esta alejarte de ella?, ¿Qué tal si tú no mueres joven?

4 Seasons (KyuHyun-Hetero)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora