Capítulo Especial

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Partenia no podía estar más feliz, hoy Idalia y Kyu se habían casado en la isla Jeju. Y el chico había escogido el inicio de la época de la diosa de la primavera para sellar su unión eterna con el amor de su vida, que hasta ese momento la mujer era inconsciente de que las palabras de "amor eterno" eran literales. La ceremonia había sido muy íntima y privada, los preparativos demasiado rápidos. Una joven chica de 23 años hacia su camino al altar hacia su encuentro con su futuro esposo de 29 años, quien se veía más emocionado, nervioso y ansioso que ella. Le había pedido matrimonio durante el primer mes de relación, pero Idalia se había asustado muchísimo, después de todo y a pesar de la perdida de sus recuerdos reales, ella seguía teniendo la misma personalidad. Y después de 2 años de noviazgo, el momento había llegado.

Durante la cena que los padres de Idalia habían ofrecido a motivo de la graduación de la muchacha, Kyuhyun junto con la complicidad de la señora Akeila, para después de haber degustado del postre e intercambiar algunas palabras de felicitación, Kyu pidieran la atención de los presentes para dirigir las palabras más dulces hacia su amada.

-Debo confesar que realmente no he preparado ningún discurso para este momento y que a pesar de que lo he intentado, nada es capaz de expresar mi emoción y ansias por esto que voy a pedir.- carraspeó un poco con las mejillas sonrojadas y las manos sudando de los nervios –Durante todo este tiempo juntos, ambos sabemos que he tenido la idea muy arraigada, pero es inevitable cuando esa persona especial que el destino – en su mente rio ante esto -ha guardado para ti aparece  tan brillante, tan hermosa y magnifica que es imposible no desarrollar amor  en tu alma y corazón. Y lo supe desde ese primer día que te vi mientras te entregaba tus responsabilidades escolares, fue impactante. Y desde entonces, me he encargado de que tu camino a mi lado sean solo nubes y rosas sin espinas para ti- las lágrimas empezaron a bajar por el rostro blanco de Idalia, recordando cada bello momento a lado de Kyuhyun y su corazón estremeció de dicha –Pero esta vez, mi intuición me dice que quizás tu estés dispuesta a aceptar ya la propuesta para lo que yo he estado preparado desde siempre. Idalia –caminando hacia ella mirándola a los ojos, su rodilla derecha fue descendiendo hasta tocar el piso– ¿Quieres casarte conmigo?, ¿Quieres que llene tu camino de nubes y rosas sin espinas toda la vida?

Ella estaba sumergida en un mar de lágrimas de las emociones que él le había provocado con tan emotivo discurso de pedida de mano, en medio de sollozos alegres, con las manos cubriéndole la cara, asintió de manera energética. Los presentes estaban demasiado emocionados, pues sabían que Idalia no podría encontrar a alguien mejor para lograr la felicidad en su vida.

Desde ese día tan especial en donde Orelle, Noa, Partenia y Nélida se presentaron como viejas amigas de Kyu para poder estar cerca de Idalia, quien ignoraba por competo que compartía el pasado no terrenal con esas 4 mujeres. La reina de la naturaleza estaba contentísima. Ver a su hija convertida en una mujer totalmente humana sonreír mientras miraba con los ojos llenos de vida a Kyuhyun fue el mejor regalo y supo que el destino siempre recompensa. Todo lo que alguien sufre, le será recompensado en esta u otra vida, de la misma manera que si obra para mal.

Y Cho Kyuhyun era el destino, el destino que en ese instante compartía una argolla de matrimonio con la diosa de invierno.

Los años habían pasado volando. Su familia se había ampliado después de haber disfrutado de sus primeros 4 años de matrimonio en la compañía de otro, su primer bebé había sido una niña, con la piel tan blanca como sus padres, el cabello oscuro del padre y los ojos de la madre, tan azules como el océano. La llamaron Hyemin. Dos años después, la familia Cho será de 5 integrantes. Después de una labor de parto estresante para ambos padres, Kyuhyun se sentía orgulloso de portar en sus brazos a Youngsoo y Chulsuk. Y corriendo por la casa de ladrillo que Kyu había construido para su esposa desde unos meses antes de pedirla en matrimonio, vieron crecer a sus tres hijos que al pasar del tiempo se volvieron adultos, adultos que les alegrarían los días cuando llevaban a sus hijos con sus abuelos para escuchar su historia de amor sobre el profesor que se enamoró de su estudiante, aunque Kyu siempre recordaba que ellos tenían una historia desgarradora antes, cuando Idalia era una diosa y reinaba en un mundo de nieve y vientos polares, pero eso se quedaba en su garganta formándole un nudo que se mezclaba con lágrimas de emoción, porque ahora que estaba en sus 68, estaba ansioso de que la muerte los recogiera a ambos, tal vez él antes que Idalia, tal vez ella antes que Kyu, para poder saber si la profecía se cumplía y estaría con ella por la eternidad.

Y sucedió, de manera natural, pacífica y melancólica. Después de 45 años de matrimonio lleno de armonía y amor, a muerte fue al encuentro de ambos mientras dormían en la cama de cedro tapados con esa manta que Idalia había bordado 35 inviernos atrás y abrazados de manera que Kyu protegía a su esposa con su cuerpo, con las cabezas cubiertas de canas, los rostros arrugados y los huesos desgastados, en una tarde de otoño.

2:37am. Su último suspiro. El ultimo latir de su corazón. Su última sonrisa, que se quedaría plasmada para siempre en sus cuerpos terrenales ahora fríos. 

Mientras sus hijos lloraban desconsolados a lado de los demás familiares, Kyuhyun e Idalia rejuvenecían en otra dimensión. Formándose con la brisa fresca de otoño, la figura de un joven Kyuhyun de 27 años se formó y su primer suspiro fue escuchado por Orelle, Partenia, Noa y Nélida, quienes estaban a punto de echarse a llorar porque la espera al fin había terminado. Y aunque para los dioses los años humanos son poco de tiempo a comparación de su vida eterna, los de la vida humana de Kyuhyun e Idalia fueron casi insoportables.

Cho la vio formarse y sus ojos punzaban en ese líquido salino. Cada copo de nieve que caía sobre el reino formaba a Idalia. Y él presencio el primer abrir de ojos de ella, su primer suspiro y su primera sonrisa. Todo era perfecto ahora. Uniéndose en un abrazo, él beso su cabello rubio de nuevo, apreció con sus manos el delgado cuerpo de ella y por último, adoro su rostro joven, sus ojos y sus labios. Ella también era ahora una mujer de 21 años que lo miraba con los ojos vivos de amor, deseo y pasión.

-Estamos juntos amor mío- exclamo él con la garganta aguada de sentimientos. –No sabes cómo anhele cada día de mi vida mortal esto. Y ahora está sucediendo.- la apretujó de nuevo contra su cuerpo, mientras su mente se adaptaba a la realidad, a su hermosa realidad.

-Lo sé. Muchas gracias, cariño- exclamó ella y sus labios temblaban. El despojó su frente de un ondulado mechón dorado para besársela –Ahora lo recuerdo todo, Kyu.- le sonreía, pero sus ojos eran acuosos.

-¿Todo?- quizás Idalia se refería a su suicidio.

-No me refiero al horroroso acto que hice- exclamó ella mientras el reía levemente, había olvidado su habilidad para leer las mentes –Con todo me refiero a mi vida como humana. Y aunque realmente empecé a existir a los 20 en Rusia, puedo recordar las cosas que mis padres terrenales fueron obligados a llevar en sus memorias, los hice muy feliz a ellos también, no podían tener hijos y de pronto estaba yo ahí, llenándoles el pasado de momentos felices con su única hija.- su garganta poco a poco se fue haciendo un nudo –También recuerdo todo lo que hiciste para que me enamorara de ti aun cuando ni siquiera mi corazón lograba recordarte. Y sabes, yo...- trato de controlar su agitada respiración, parpadeo tratando de ahuyentar las lágrimas y exhalo e inhaló muchas veces. Pero ningún método era capaz de tranquilizar la emoción que le provocaba el amor de Kyuhyun.

-Nena- le sobó le rostro con el dorso de la mano –Lo importante ahora es que estamos juntos. Al fin lo estamos y ya no hay nada que pueda separarnos más que nosotros mismos. Aunque claro, yo jamás querré separarme de ti ¿tu si?- se arriesgó a preguntar con el corazón palpitante. Y aunque sabía la respuesta, quería escucharla de todas maneras.

-Sabes perfectamente que sí. He estado esperando interna e inconscientemente por esto también. Y ahora estoy realmente feliz- sin miedo a nada, sus lágrimas comenzaron a bajar por las mejillas. –Te amo Kyuhyun. Gracias por todo, incluso por traerme de nuevo a la vida dos veces.- dándole un beso en los labios aprisionó el rostro de él entre sus manos.

-Te prometo, cariño, que pasaré cada una de las 4 estaciones de cada año amándote con locura.- y mientras avanzaban por el camino cubierto de nieve, ambos sabían que tenían un nuevo comienzo por disfrutar, pero que este estaría inundado de felicidad y amor. Era su nuevo comienzo y sabían que lo mejor de ello es que era para siempre. 


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Hola chicas. Bueno, aquí esta ese capitulo especial 💙

Debo confesar que realmente no encontraba una manera de culminar esta historia, pero gracias a las baladas de nuestro Kyuhyun pude terminarlo para ustedes, en especial la canción que se encuentra en multimedia: "Island" 😊

De nuevo gracias por el amor y apoyo a esta historia y me gustaría ver sus votos y comentarios en lo que en definitiva es la última parte ❤

Muchas gracias de nuevo y las invitó a leer mi nueva historia. Estaré actualizándola cada semana 🙊

SARANGHAE!! ❤😚

LeeRaeGun ❤

4 Seasons (KyuHyun-Hetero)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora