Capítulo XXIII

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Nova respiró profundo, tal vez su confianza no cambiaría de la noche a la mañana, de hecho, no lo haría, su confianza no cambiaría ni aun que Eclipse hubiera hablado con él, era sencillo hablar, más las palabras muy pocas veces cambia a las personas, lo que Nova realmente necesitaba comprender era que no se necesita pareja para ser feliz.

—Ya está aquí—dijeron Astro y Eclipse al mismo tiempo

—Preparados—habló Xeltror sereno, su voz se podía escuchar en cada cabeza de los guerreros y soldados

Truenos sonaron y retumbaron por toda el lugar, que ahora se estaba convirtiendo en la arena de batalla, Un nubarrón aún más oscuro que la noche obstruyó la vista de las estrellas y pequeñas naves empezaron a bajar disparando, en su interior las conducían Pawns. No tardó mucho cuando Cubos empezaron a caer aplastando a los Guerreros, los cuales por la señal dada de Xeltror también empezaron a atacar.

Astro miraba de nuevo esos a esos cubos, esos cubos que lo habían traumado, respiró y trató de tranquilizarse, Xeltror le había dado al chico de ojos celestes una armadura como la que tenía, ya que Astro no poseía ningún poder con el cual defenderse, además tenía tres de esas pistolas avanzadas, que con tan solo pensar a quien dispararle le disparaban automáticamente y acertaban impecablemente. Astro se miró, su armadura de piedra negra, ya que era de la lava seca, soltaba de vez en cuando destellos, su casco parecía de lo que antes era de un guerrero romano, pero su armadura si lo cubría completamente. Astro pensó en lo irónico que era la vida, negó al principió irse con Troy para volverse soldados, ahora Astro era uno, uno que no podía morir porque era para su mala fortuna inmortal, o al menos eso le había dicho Gregor.

Los Pawns casi no se podían percibir ya que estaba oscuro, cosa que se terminó cuando Nébula formó sus llamaradas que calcinaban a los androides, al igual que volvía polvo a los cubos, de hecho la pelirroja calcinaba todo lo que había en su paso. Un trozo del cubo que acababa de explotar le cayó en su cabeza, para lo cual la pelirroja molesta se levantó hecha furia, tanto que su fuego naranja rojo se puso de un color azul marino con celeste.

—Me encanta ser la elemental fuego—se dijo la pelirroja con una sonrisa

Nova atacaba con todo lo que tenía, de la tierra sacaba enormes raíces que se movían por cuenta propia, defendiendo al castaño, enredaderas custodiaban a otros Pawns apretándolos tanto hasta quebrarlos. Pero no eran todos los guerreros de Gregor, después de un rato bolas viscosas cayeron del cielo, mostrando a las horribles criaturas que Cosmo le había enseñado ese día que escaparon, las atrocidades que había creado Gregor se levantaron y gritaron, salpicando de su viscosidad café, despues, de un solo golpe mataba a cinco guerreros de Xeltror, era como si estuvieran endemoniados y su único objetivo era matar a todo lo que se moviera. Nova empezó a atacar con enredaderas y raíces a una criatura que iba directo a él, pero la criatura de un movimiento brusco rompió sus ataduras y siguió corriendo endemoniadamente hasta Nova, quien pensó en plantas venenosas, las cuales salieron y al ínstate empezaron a disparar espinas rojas a la criatura quien al principio se retorcía e hinchaba más, parecía una bola de carne a punto de explotar, pero después empezó a escupir chorros de sangre acida, que quemaron vivazmente a las plantas, después de un rato la criatura se había recuperado y seguía abriéndose camino hasta el castaño. Nova se dio media vuelta y empezó a correr.

Eclipse controlaba las naves y las hacia chocar contra sí mismas, con los metales restantes atacaba a las criaturas partiéndolas por la mitad, no le costaba mucho matarlas, más le daban asco cada vez que se partían y escurrían su sangre acida, pudo sentir claramente a la nave donde se encontraba Gregor, se concentró en su motor y solo basto pensar como el metal se comprimía hasta llegar al punto de explotar, cosa que provocó que la nave cayera provocando un gran desastre y aplastara tanto a guerreros como criaturas de Gregor. Astro lo miró orgulloso, por fin había podido concentrarse, vio como Astro seguía disparando a los Pawns.

Nova paró de correr, ya no quería seguir evadiendo sus problemas, quería enfrentarlos, ya no quería seguir huyendo, se dio media vuelta y sacó de la tierra a unos monstruos del mismo tamaño de la criatura, solo que los Monstruos del castaño tenían moho y hongos por todo su cuerpo, estaban hechos de madera, parecían como arboles vivientes, los cuales se empezaron a enfrentar contra la criatura, aplastándola y posteriormente haciéndola picadillo.

La batalla había durado tres días, para lo cual las criaturas con pensamiento propio estaban cansadas, pero surgían y seguían surgiendo de esas criaturas de Gregor que parecían no cansarse nunca. La nave en la que estaba el hombre vestido de negro estaba resguardada, no fue hasta que Eclipse con la fuerza que le quedaba empezó a comprimir toda la nave por completo, fue cuando Astro vio como una capsula de escape salía de la nave para irse a la gran nave que levitaba en el espacio. No tardó mucho para que otra nueva nave volviera a bajar, Gregor no era tonto, jamás bajaría la nave principal, esa enorme nave donde estaban muchas cosas que él consideraba un tesoro.

Xeltror miró extrañado a Astro, este le había dicho que Gregor tenía a otros cuatro elementales, entonces ¿Por qué no los mandaba aun?, el mismo se dio la respuesta, Gregor los mandarían cuando la mayoría de los guerreros de Xeltror estuvieran cansados, entonces, Gregor atacaría con todo. Porque la mayoría del ejercito de Xeltror eran seres vivientes, seres que también tienen necesidades y entre ellas era el descanso, pero Gregor, su ejército eran de ciborgs y monstruos que no se cansaban y tenían la misión de destruir todo a su paso, solo los elementales eran los que se podrían cansar, por ello, los mandaría como el último golpe. Xeltror mandó a descansar a los elementales a al mapa inmediatamente, se las podía arreglar por lo mientras, pero necesitaría a unos elementales para poder detener a otros elementales. La guerra siguió el planeta baldío poco a poco se empezaba a teñir de diferentes tipos de sangres, caían muertos a montón, mas criaturas, cubos y Pawns seguían cayendo y atacando sin piedad, mientras que los guerreros de Xeltror seguían matando a esas criaturas y también seguían llegando más y más de otros universos más guerreros de Xeltror. No fue hasta el sexto día que volvió a bajar otra nave del bando de Gregor.

Los chicos no habían peleado, todo el tiempo se la habían pasado descansando por órdenes de Xeltror, a Astro se le cruzó más de una vez escaparse con los elementales, en una nave mientras Xeltror y Gregor se seguían peleando, pero sabía que fuera quien fuera quien ganara esta batalla, los buscaría de todas formas y Astro no tenía contemplado vivir con miedo siempre. El rubio castaño había tratado más de una vez hablar con Nova, más el ojiverde limón solo le decía que no tenía que decir nada, después se marchaba.

—Nova ¿querrías dejar de evitarme?, enserio, quiero hablar bien contigo—dijo Astro sobándose las sienes

—Me da vergüenza verte a la cara—soltó Nova—Entiendo que no te gusto, no hay más que hablar

—Aun amo a alguien—dijo Astro, ahora era el quien bajó la mirada—Es triste ¿sabes?—rio irónico—Aun espero que venga por mí, aún tengo la esperanza de volverme a encontrar con él—Nova pudo ver como una lagrima resbalaba por el rostro de Astro—Pero ya está muerto, por eso cuando lo buscaba aparecía que estaba cerca de mí—reprimió un gimoteo

—No hacía falta que me lo contaras—dijo Nova

—Pensé que solo el mundo era el que no aceptaba nuestro amor por que éramos del mismo sexo, pero resultó que para este amor está en nuestra contra todos los universos. Pero ¿sabes?, al menos tengo a mis amigos o eso quiero creer

—Es extraño, en nuestro mundo el amor entre el mismo sexo es normal, lo "anormal" era que diferentes sexos se enamoran.—expresó Nova—El multiverso es raro

—¿Todo bien?¿puedo contar contigo como un amigo?—comentó Astro

—No—el castaño miró hacia otro lado—No me pidas ser tu amigo, porque mientras tú me veas normal, yo me estaré torturando con mis pensamientos, Astro, no puedo ser tu amigo mientras yo te quiera como algo más.

—Como quieras—suspiró Astro, Xeltror llegó interrumpiéndolos.

—Suficiente descanso, Gregor y sus elementales ya están aquí.

Aventuras espaciales: "The Elementals" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora