Capítulo X

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Estrella leía tranquilamente en la biblioteca, "Leyendas y mitos de Terra" de la autora Satélite, un tomo grandísimo que la mayoría de los que iban a biblioteca evitaban, pero a Estrella le fascinaba iba por la mitad del tomo, un tomo de nada más y nada menos que de 4456 páginas, por ende iba en la página 2228. Estaba empezando con la leyenda de "Los elementales" donde seis chicos serían los elegidos, esa leyenda Estrella se la sabia al derecho y al revés, así que se la saltó, la siguiente leyenda era la de "El viajero del universo" donde contaba que un aventurero había venido a Terra hace miles de años y fascinado por el planeta decidió indagar sobre este y sus creencias, enterándose de los elementales se sorprendió y vio en ellos solo destrucción, así que antes de su partida dejó a una brigada o clan que se encargarían de matar a los elementales cuando llegaran a aparecer, un clan llamado "The Hunters" quienes eran especímenes de diferentes mundos entrenados durante toda su vida para las misiones que les iba dando el aventurero universal, fieles seguidores del aventuro, el nombre de este viajero multidimensional era Leeros el gran aventurero.

Estrella asombrada leyó y releyó la leyenda, asimilando cada palabra de la Leyenda, estaba extasiada de haber aprendido algo nuevo, iba a empezar su nueva lectura cuando unos gritos provinieron de lejos, pero poco a poco fueron acercándose hasta mostrar a dos chicos, uno en un carrito de biblioteca y el otro empujándolo, segundos después pasaron los guardias detrás de ellos. Estrella solo miraba impactada el suceso, nunca nadie hacia eso, así que se levantó y siguió el suceso, suceso que acabó cuando los chicos cayeron por unas escaleras pequeñas.

*****

Estrella corría hacia su casa, se le haría tarde para la cena, y no le gustaba perderse la cena. Cuando llegó a su casa su padre ya la esperaban con la mesa puesta, Estrella se propuso a comer no sin antes agradecer a Siod y a su padre, quien le dedicó una sonrisa acogedora.

—¿Qué tal la biblioteca?—preguntó su padre

—Aprendí una nueva leyenda de Terra—dijo entusiasmada—Además, ¿Recuerdas que te conté que Radio, el guardia, se quejaba de su aburrido trabajo? Pues hoy persiguió a unos chicos.

—Me alegra tu entusiasmo—dijo su padre—¿Esa chica pelirroja aun te sigue molestando en tu escuela?

—¿Nébula?, no, si, no, bueno ya no tanto—respiró profundamente—Nunca le hice nada.

—¿Y le has dicho a los profesores?

—Sí, pero siguen sin hacer algo.

—Mañana iré a hablar con ellos.

—Pero ¿y tu trabajo?

—Tendrán que entenderlo, esto de ser padre soltero es algo pesado, pero mi mayor bendición—su padre le giñó el ojo y se levantó de la mesa.

Estrella subió a su cuarto y se botó en la cama, comprendía por que la mayoría de los de la escuela se burlaban de ella, lo estaba presenciando en ese mismo instante, frente al su espejo de cuerpo completo veía a una chica no muy alta, de tez morena y cabellera negra y ojos cafés oscuros, con una complexión ancha, "Gorda" le gritaban los de la escuela y ella solo trataba de ignorar sus comentarios, pero no lo lograba, no lograba ignorar esas palabras que parecían cuchillas que lastimaban su autoestima y sentimientos. Porque así lo negaran millones de veces, las palabras siempre hieren aun que digas que no te importan, las palabras siempre serán la peor arma, incluso más peligrosas que una bomba nuclear.

La chica morena soltó una lagrima de dolor puro, nunca en su vida había tenido una pareja, a ella no le importaba si su pareja era chica o chico, simplemente quería vivir el amor. Porque a pesar de que tenía al mejor padre, a los mejores amigos y a los mejores familiares, que todos juntos formaban un amor infinito hacia Estrella, ella se sentía sola, porque ni todo el amor del universo podrá llenar el amor de una pareja, la falta de pareja de Estrella era como un agujero negro que absorbía todo el amor familiar haciendo que la chica se sintiera deprimida.

Estrella se acostó en su cama y se tapó toda de pies a cabeza, "Solo quiero ser especial", pensó "Quiero salir de esta terrible vida, Quiero sentirme útil, Desearía con toda mi vida ser una elemental" después la morena rió y lloró al mismo tiempo, tanta era su desesperación que por un instante creyó en una leyenda vieja e irrealista.

Una vez más, Estrella cayó con su bandeja de comida que se le embarró en toda la cara, todo el comedor estalló a carcajadas, Nébula le había puesto el pie de nuevo.

—Yo solo te ayudo con tu dieta ¡Gorda!—le dijo sínicamente Nébula y el comedor volvió a estallar de risa.

Estrella tal vez se hubiera sentido humillada, pero ya estaba acostumbrada a la sensación, a ese sentimiento, así que tan digna como podía se levantó y limpió algo de la comida que se le había pegado a la ropa. Caminaría directo a la salida cuando la retuvo la mano de Zafiro.

—¿Te vas tan pronto gorda?—comentó Zafiro—Pero ni siquiera hemos empezado, ¿no gustas Chassa?—le arrogó a la cara el jugo y manchó la playera blanca de Estrella,

—Tú ya no puedes ser más fea, eres negra, eres gorda, eres un asco—Escupió las palabras con veneno—Jamás podrás ser como yo, la sexy Nébula, eres un asco.—cada palabra desgarraba a Estrella, y no sabía cuánto más podría soportar.—Pero sabes que, te respeto—Todos carcajearon—Así que dejare que te comas tu comida, sé que te mueres por hacerlo, comete la comida como la cerda que eres.

—Nébula, por favor no—suplicó Estrella y algunas lágrimas se le escaparon.

—Que te la comas, he dicho, o ¿quieres que te golpee?, sino quieres eso, te aconsejo que te hinques y empieces a comer la comida que tiraste, rápido gorda.

Estrella no aguantó más y empezó a llorar, cosa que hizo enfadar a Nébula, por lo cual la pelirroja abofeteó a Estrella y la tomó por el cabello jalándola hacia donde estaba la comida tirada. Todos los espectadores permanecían en silencio, unos atónitos y otros extrañamente emocionados por el cruel momento. Estrella lloraba y gritaba, quería llamar la atención de algún adulto, pero ni siquiera la cocinera la ayudó, de hecho se hizo la que no veía y se metió a la cocina. Nébula le batió la cara a Estrella en la comida regada con furia y desesperación.

—Trágalo todo—le gritó Zafiro, quien como siempre grababa el momento.

—Ya déjame—Gritó y lloró Estrella desesperada, dándole una patada a la pierna de Nébula haciendo que la pelirroja cayera y que todo el comedor riera.

—¡Maldita gorda!—le gritó enrabiada la pelirroja—Ahora conocerás el infierno, ¡maldita!—la volvió a tomar del cabello y trató de asfixiar a la morena con la comida—¡Trágatela!

Estrella estaba muriendo en ese momento, o al menos así lo sentía, lloraba, gritaba y se veía sofocada por la comida del piso, además de recibir brutales gritos de desprecio por parte de Nébula y risas de los espectadores. Estrella podía jurar ver a una puerta al final de un pasillo oscuro, esa puerta poco a poco se empezó a abrir iluminando el pasillo oscuro, una paz tremenda la invadió y solo quería ir hacia la luz, pero la luz se apagó y logró escuchar el grito de Nébula. Estrella se limpió la cara y abrió los ojos para ver que sucedía. Lo que vio fue a la chica pelirroja y a su novia en el piso, y enfrente de la morena una mano robusta tendida para ayudarla a levantarse. La tomó y vio esos ojos azules, era el chico que empujaba el carrito de biblioteca.

Los chicos salieron rápido del comedor, les aventaron comida y recibieron abucheos mientras salían, Estrella estaba confusa, destrozada y aliviada al mismo tiempo.

—Gracias—Estrella dijo entre sollozos—Creí que moriría ahí.

—No agradezcas—contesto Deneb—No lo hice por ti—sinceró el chico

—Oh—fue todo lo que dijo la chica—¿Entonces por quién?—preguntó la chica limpiándose la cara

—Lo hago por un imbécil.

—Pues debes de querer mucho a ese imbécil, acabas de matar tu reputación de chico malo en el comedor al ayudarme.

—De hecho—sincero Deneb—Quiero destrozar a ese imbécil.

Estrella solo quedó en silencio, y no quiso pensar quien era ese imbécil, en realidad, no quería pensar por ahora, solo quería descansar.

Aventuras espaciales: "The Elementals" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora