5 años después
-Por supuesto que es alguno de ustedes- Perrie bufo mirando a sus hijos antes de cruzarse de brazos.-siempre es alguno de los míos. Siempre tienen que ser algunos de mis hijos, no es así?
Avery se encogió en el asiento de la dirección y los gemelos se miraron entre ellos, sin intimidarse al echo de que su madre estaba enojada.
-Dígame Marianne, cuanto me va a costar la gracia de mis hijos esta vez? Que es lo que rompieron ahora? Oh cielos, no me diga que los gemelos bañaron de pintura a otro alumno, yo ya hable con ellos y su padre igual pero...-
-Señora Malik- Perrie fue interrumpida por la mujer mayor.-sabemos que usted hace lo que puede, y que su hijo mayor no nos causa ningún inconveniente últimamente. Pero esta vez es algo mas serio. Creo que sería mejor si el señor Malik estuviera presente para que ambos escuchen esto.
Perrie miro a Avery, su hija la veía con sus ojos verdes suplicantes y llenos en inocencia inexistente. Parecía mentira que sus hijos sean unos terremotos andantes que solo hacían que sus maestros temblaran.
-Creo que sería mas fácil mudarme aquí- bufo Perrie en voz baja antes de ordenarle a sus hijos que la siguieran al auto.
* * *
-No es gracioso, Zayn! Los chicos harán que necesite botox antes de tiempo!- espeto Perrie, esforzándose por no reír.
-Cariño debes admitir que es gracioso. Demonios, esos niños son unos genios en las bromas.
-Zayn!
-Que? Nena, ellos se las ingeniaron para llenar el salón con arañas falsas y hacer que todos, incluso la maestra corriera despavorida. Debes admitir que tienen talento.
-Mami- una suave y pequeña voz llamo su atención. Ambos voltearon a ver a Avery, con una manta cubriendola y abrazada a Alfred.
-Que pasa, nena?
-Volví a tener un sueño feo- murmuro sorbiendo su nariz. Perrie se dirigió hacía ella y la tomo en brazos antes de caminar hacía la habitación de Avery.
-Mami, estas molesta?
-No cariño, no estoy molesta. Al menos no contigo- murmuro acariciando el largo cabello rubio de su hija, Avery odiaba cortar su cabello y si era honesta, le quedaba mejor el cabello largo, sedoso y suave.
-Estas molesta con Ryder y Chase?
-Bueno, lo que hicieron estuvo mal. Así que por eso debo estar molesta.
-No les diste un beso de buenas noches.
-Pero sí apague sus luces y les dije que los amaba. Así que eso quiere decir que soy una débil.
Avery rió antes de que Perrie comenzara a cantar para ella en voz baja. Eso siempre la calmaba.
Una vez estuvo dormida, Perrie salió de la habitación con cuidado de no hacer ruido.
-Mamá- la voz de su hijo mayor llamo su atención.
-Damien, que haces despierto?
-No quiero dormir. Estoy muy aburrido para dormir.
-Y que se supone que haga si estas aburrido?
-Perrie!
La rubia rodó los ojos, encantada y a la vez agotada. Todos en casa siempre la llamaban y necesitaban. Eso la hacía sentir especial. Aunque era un trabajo constante, era su trabajo y lo amaba.
-Sabes? Ve con tu padre y que él resuelva tu problema de sueño, si; cielo? Mamá tiene algo que hacer- dijo, Damien rápidamente bajo las escaleras en busca de su padre.
Perrie se acerco a donde estaban todas las fotos que describían lo que había sido su vida a lo largo de los años.
La primera navidad de Avery, cuando llego Damien, los gemelos de bebes. Perrie tenía absolutamente todo de su vida en fotos. Si bien todo no habían sido arcoiris y unicornios. Perrie había sido feliz, mucho mas feliz que en cualquier etapa de su vida.
-Mamá!
Ahora todos los demas en casa estaban despiertos gracias al fuerte ruido de la planta baja de la casa. Perrie no puedo evitar sonreír.
Sí, era tarde. Sí, ella estaba muy cansada y tendría que hacer dormir a los chicos de nuevo. Pero no le importo.
Ella era finalmente feliz.
