Capitulo 6

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El sonido de un auto estacionándose me indicó que Michael ya había llegado por mí. 

-¿Por qué tenemos que ir en tu auto? -pregunté cuando abrí la puerta principal de la casa, él estaba parado frente a mi con una media sonrisa y esos ojos tan brillantes que suelen darme miedo.

Frunció su ceño un segundo para luego regresar a ver a su auto.

-¿Por qué? ¿No te gusta? -nos quedamos viendo su auto un momento. 

Era un espectacular Pagani Huayra gris. 

-Ese auto no lo venden aquí, ¿fuiste a Italia? -asintió mirando a su auto con orgullo evidente. 

-El año pasado fui con papá a una de sus tantas convenciones en Italia, ya sabes, sus negocios en ese país estás mejor que nunca. -cerré la puerta detrás de mi caminando en dirección al auto.- Vimos el auto y me lo compró, claro que se convirtió en mi regalo de todo el año porque...

-¿El precio no es de un millón? 

-Corrección, es 1.3 millones. ¿Ahora entiendes porque no me regalo nada más en todo el año?

-Yo ni si quiera te hubiese regalado el auto. -topé el techo del auto, vi la parte trasera más larga que la frontal.

-No me puedes dar charlas de economizar. El primer día que estuviste aquí corriste con un lamborghini que cuesta medio millón. -achinó sus ojos viéndome un instante antes de entrar en el lado del conductor.

También entré en el auto ajustando en cinturón de seguridad. 

-Ese solo fue un pequeño gustito que papá me dio en mi cumple años dieciocho. 

-¿Y el Bugatti Veyron? -encendió el auto, el sonido era perfecto.- Ese cuesta cerca de dos millones.

-Error. Cuesta 2.6 millones. -sonreí un momento.- ¿No tengo derecho a que me mimen? -aceleró saliendo de esa calle.

-A ti te consintieron demasiado. - me encogí de hombros retándole importancia. Si solo supiera que pienso comprar un Lykan a penas llegue a Francia.

-Papá tiene buenos negocios, solo pudo darme esos gustos. 

-¿Y en Francia? ¿Cuánto ganabas?

-No vas a querer saber, si te molesta que me compraran un Bugatti con ese precio no quiero imaginar como te pondrás cuando sepas que pienso comprar un Lykan y cuanto ganaba.

-¿Un Lykan? -lo miré un momento viéndole fruncir el ceño.- ¿Ese auto no cuesta 3 millones? -asentí.- ¡Mierda!  ¿Cuánto ganabas en Francia? -miré la ventana evitando su pregunta.- ______, ¿cuánto ganabas? -seguí con mi mirada en el paisaje que se veía borroso mientras cruzábamos.- ¿Veinte mil?

Negué.

-¿Cincuenta mil? -negué nuevamente.- ¿Cuánto? Jesús, me da hasta miedo preguntar si tienes una casa en Francia o un departamento de lujo.

-Déjalo ir. 

-Dime. -se calló un par de minutos antes de retomar sus preguntas.- ¿Puedes decírmelo? Sabes que no me voy a detener. -fruncí el ceño sin dejar de ver al paisaje borroso frente a mí.

-Tu y Nikky son igual de insistentes.

-Quizá y por eso no nos llevábamos en un principio. 

-Quizá. -vi que Michael cruzó varias calles, un par de semáforos. Arrojé fuera de mis pulmones todo el aire antes de volver a respirar.- Medio millón de dólares. 

-¿Eh? -me miró unos segundos antes de ver de nuevo la carretera.

-En Francia yo ganaba medio millón de dólares.

SIN LIMITES #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora