Capitulo 8.

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La mirada de Justin aún seguía puesta en mí. No miraba a ningún otro lado como si intentara comprenderme. Frunció su ceño y se alejó de mi, caminó entre los dos hombres, cruzó la calle y se detuvo a lado de Aryana tomándole la mano para llevarla dentro de su casa.

Estaba jugando con fuego y yo le voy a enseñar lo peligroso que puede ser. 

Seguí con la mirada puesta en la puerta de la casa de Justin, los seis hombres se reunieron nuevamente para luego subirse en los autos e irse del lugar.

-Maldito bastardo. -entré en la casa y me detuve en la sala, no había una sola alma que me saludara. 

Fernando quizá estuviera con su novia, papá en la empresa y mamá en algún centro comercial. 

Mi celular sonó desde el bolso que cargaba, lo busqué cinco minutos entre lo que cargaba, lo saqué y vi un mensaje en el.

 Un número desconocido.

"Justin se veía molesto cuando te dejó, ¿crees que ya te reemplazó? Espero con ansias volver a verte. Con todo el amor del mundo, Marcus."

¿Marcus? 

Ajusté el agarre en el celular, sentía como los latidos de mi corazón se aceleraban con cada segundo que pasaba. 

¿Él estaba aquí? ¿Cómo dio con este número?

No perdí tiempo y llamé a Mathilde, tres llamadas perdidas después ella contestó. 

-_______.... -su voz sonó a penas audible cuando pronunció mi nombre.

-¿No pensabas contestarme? ¿Acaso ya no quieres escuchar mi melodiosa voz? -el tono de broma que había mantenido se esfumo cuando Mathilde no se rió y tampoco emitió ningún sonido.-¿ Mathilde? 

-No podemos más _____, Marcus supo donde estábamos. -sentí como se me hacia un nudo en la garganta y como el corazón se me detenía por un segundo.

-¡¿Qué?! ¿Marcus los encontró? ¿Qué pasó con Madison? 

-Ella está bien, logramos escapar de él y ahora estamos en un aeropuerto. -su voz sonaba agitada.- Voy a perder este número y te llamaré a penas lleguemos.

-¿A dónde van? 

Escuché como botaba el aire de sus pulmones.- Vamos a Estados Unidos.

-No pueden venir acá, aún no arreglo lo que venía hacer. 

-Tu eres la única que puede protegerla, Dom te ama como su propia hija pero no puedo llevarla con él porque Marcus tiene hombres ahí esperando porque una de ustedes dos aparezcan y matarlas. -hizo una pausa con un sollozo saliendo de ella.- Gabriel cree que lo mejor es ir contigo y mantener a la niña bajo la vista de James y de ti. 

Caminé por la sala sin detenerme un solo segundo.

-¿En cuánto tiempo estarán aquí? 

-Llegaremos a primera hora de la mañana.

-Y yo que no quería faltar a la universidad, lástima. -esta vez Mathilde se rió aunque de una forma suave.

-Madison quiere hablar contigo pero estamos a punto de subir al avión, te llamaré a penas lleguemos. Adiós. 

Colgó la llamada dejándome escuchar el insistente pitido del celular. Retrocedí en dirección a la puerta principal, la abrí y la cerré con toda la fuerza que pude. Caminé, casi corrí hasta la puerta de Justin, estaba abierta así que solo pasé sin llamar. 

SIN LIMITES #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora