Capítulo 17

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En ocasiones como estas, donde ya todo se define a una sola solución, no me queda más que reafirmarme a misma que todo lo que hice y dije me llevó aquí, donde todo va a terminar de una vez por todas. El final y el inicio de todo esto es lo más diferente que hay, empezó con un viaje a Francia donde no conocía nada en absoluto sobre donde me metía, ahora todo va a terminar conociendo lo que hago y que lo que haga ahora en esta situación será lo que modifique el resultado, cuantos muertos puedan o no haber.
Miré el perfil de Justin unos largos segundos, como si el tiempo se detuviera dándome a conocer que era el momento perfecto para guardarlo en mi mente, guardarlo todo como si no fuera a recordarlo después. Justin giró su rostro viéndome con el ceño fruncido, su mano derecha entrelazo sus dedos con los mios -con el temor a flor de piel- le permití ese movimiento, segura de que algo no iba bien. Aún no llegábamos al aeropuerto pero estaba segura de que algo iba mal, esto no era una sensación buena.

Bajamos del auto, Justin detrás mio seguido por Nathan y James, de los otros autos siete hombres salieron armados hasta los dientes. No se podían ver sus armas, pero yo sabía bien  que tan armados estaban, cuando los once estuvimos juntos caminamos como un gran grupo hasta la entrada del aeropuerto, dejando a Madison con Matilde atrás, confiando en que todos  la cuidarían. La entrada al aeropuerto llamó la atención de muchos, un grupo de once personas, una sola mujer con diez hombres altos y vestidos de negro, era algo que sin duda llamaría la atención. Me acerqué al guardia cerca de la puerta, nos miró a todos detenidamente pero su mirada se centró en mi una vez que estuve más cerca de él. Me miró sin expresión alguna en el rostro.

-Necesito llegar al lugar donde va a desembarcar el avión de Dominique Beauchene.  -sin antes me veía sin expresión, ahora me miraba con algo de miedo.

-Sí-Sígame.. -me miró con un asentimiento de cabeza antes de indicarme que lo siguiera a donde fuera que debiera ir. 

Un pasillo largo, pero durante el trayecto atravesamos varias puertas y muchas personas también,  Justin me seguía tan cerca que en momentos parecía que respiraba encima mío. No puede evitar dejar la sensación de añoranza fuera de esto, ver a Dominique después de todo este tiempo era algo asombroso.

"Sus ojos miraron al horizonte, contemplando el paisaje que nos daba el tercer piso de su casa. 

-¿Pensaste en lo que te dije? -Dominique meneo ligeramente el licor en su mano derecha, me miró entretenido y sin duda era yo quien lo entretenía. 

-No voy aceptar, simplemente no puedo hacerlo.

Dejó el licor de lado para apoyar sus codos sobre el escritorio frente a él y en sus manos apoyar su quijada. Frunció el ceño suavemente, no dijo nada por unos segundos.

-Quiero que tu seas la persona que se encargue de todo esto, eres la única persona a la que le confío todo mis años de sacrificio y esfuerzo invertido.  -Se levantó de su silla, caminando en mi dirección sin dejarme de mirar en ningún momento. Se detuvo frente a mi, colocando sus manos en mis hombros como soporte, como su bastón.- Creo que he dicho esto un sin fin de veces, pero por lo visto tu nunca me escuchas realmente, eres como mi hija. -Rió negando con la cabeza.- Incluso yo me equivoco, eres mi hija ya, cuentas con mi apoyo si deseas incluso secuestrar al presidente de tu triste país. 

-¿Mi triste país?

-Si, tu triste y mediocre país.

-Pero...

-Soy francés y amo mi país, no esperes que alague al tuyo. -me miró con una media sonrisa burlesca.- Ahora, siéntate junto a mi. -se sentó en su gran mueble rojo, un mueble que amaba.- Sigo esperando. -me senté junto a él pero con la mirada en otro lado, de algún modo imaginaba de que iba esta charla.- Creo que lo sabes o al menos lo imaginas. -dejó el vaso vacío frente a nosotros en una mesita y miró en la misma dirección que yo lo hacía.- Estoy tratando de convencer a mi hijo que venga a Francia. 

SIN LIMITES #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora