SIN LIMITES #1

Capitulo 7.

-¿Emocionada por ir a la universidad? -achiné mis ojos en dirección de mi mamá y traté de sonreír en un intento fallido.

-¿Por qué? -me tomé lo que restaba del jugo en mi vaso.- ¿Se me nota demasiado la felicidad? 

Realmente no había dormido nada en toda la noche y cuando lo hice, media hora después había sonado la alarma de mi celular. Lo que lo hacia genial para empezar el primer día en la universidad. 

-¿Sabes que carrera tiene Justin? -levanté los platos y los dejé en el lavavajillas antes de tomar mi bolso y mi abrigo. 

-No me lo recuerdes, estaremos juntos si tengo la suficiente mala suerte. -mamá me sorprendió con un pequeño brinco mientras aplaudía.

-Ojalá no se maten. -sonreí en su dirección y luego me despedí de ella, tomé las llaves de la mesa. 

En la salida me esperaba Fernando con una sonrisa burlona y papá mirándome con pena. Solo fruncí la frente en su dirección hasta que vi que el motivo de sus rostros era que Justin estaba del otro lado de la calle viéndome, cuando entre en mi auto él hizo lo mismo. Como si me esperaba. ¡Genial! 

Dirigí el auto fuera del estacionamiento siguiendo a Justin. Los minutos que pasaban eran para mí como una bomba a punto de reventar, miles de cuadras lejos de mi casa arroje todo el aire que podía mientras seguía a Justin por el estacionamiento. Claramente busqué un lugar lejos de él. 

Vaya que cuando me dijeron que todos me esperaban no era broma. Todo mundo mantenía la vista fija en el auto, acomodé mi abrigo y la pistola que cargaba en la cintura, no hablemos de la que estaba bajo mi asiento y la que se encontraba en mi bolso. Salí del auto bajo la atenta mirada de todos, algunas chicas murmuraban cuando Justin se encontraba parado frente a mí.

Levanté mi ceja y lo miré atentamente.

-¿Qué? -solo me sonrió y se acercó a mí de una manera amenazante.

-Solo vengo a decirte buenos días. -se inclinó hasta quedar a nivel de mi oído.- ¿Acaso no puedo saludarte? -no me alejé de él, me mantuve en mi lugar tan tranquila como podía estar.

-Ahora todo mundo nos ve y murmura; Dios sabrá que cosas.

Se alejó de mí invitándome a seguir por el camino hacia la facultad. Caminamos uno a lado del otro y bajo la mirada de todos. 

-Si alguien me dice algo que no debe; juro que le haré un hoyo en su jodido cuerpo.

-Siempre tan encantadora, ahora veo que eres incluso más amable que antes. 

-Intento mantener el toque, no quiero perder mi encanto. -y como si dormir media hora no hubiera sido suficiente mala suerte, Aryana Greco esperaba en la entrada de la facultad.- Me enteré que ella esta en otra facultad, ¿qué hace ella aquí? 

Justin suspiró ruidosamente al mismo tiempo que se pasaba una mano por su cabello.

-Quizá solo vino a saludarnos. -salió de mi una risa cuando pluralizó el saludo.

-A mí seguro viene a botarme alguna bebida, a ti probablemente viene a succionarte todo el aire. 

-Hola Justin.-se abalanzó a él como si de su salvavidas se tratara. Cuando se separó de él me miró un segundo he hizo como si no me viera, seguro no debe verme por los tacos y el metro ochenta que tengo en este momento. Tan pequeña que no me ve. 

Seguí caminando  dejándolos a ellos atrás y de pronto me arrepentí de no seguir caminando con Justin a mi lado, al menos con él no me daba cuenta de todas las miradas.