(O21)

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Al llegar a mi casa junto con Scott ninguno dijo nada, si lo miraba mi cara se tornaba roja, al igual que la de el.

–Esto será nuestro secreto, ¿bien?–Le dije antes de quedarnos dormidos.

–Bien...

(...)

Habían pasado dos semanas después de lo transcurrido y todo había estado tranquilo, tenía que admitir que sentía miedo, pero sabia que mis mejores amigos estarían ahí para protegerme.

Por la noche salí de mi casa a caminar hasta el bosque, necesitaba despejar mi mente, pues últimamente no me sentía como antes, todo era raro, escuchaba más voces en mi cabeza de las usuales. No sabia el porque habían aparecido de un momento a otro. Todo era extraño porque algunas me culpaban, otras me advertían, otras me hacían crear un sentimiento de malicia que jamás había sentido, también algunas veces sentía que alguien me seguía y vigilaba constantemente, pero esta vez no eran alucinaciones porque desde que me entere de que mi enfermedad iba progresando tomaba mi medicamento como se me indicaba, no entendía.

Rato después de estar caminando y pensando escuche pasos acelerados detrás de mi, sentí que alguien tapó mi cara con una funda y me sometía.

Me habían secuestrado.

No me queje, no emití ningún sonido, tampoco hice esfuerzo porque antes de todo podrían matarme y quería vivir tan siquiera para ver de quien se trataba y poder defenderme.

Cuando sentí que me azotaron en una silla y me ataron de manos y tobillos. Al descubrir mi cara, me di cuenta de quien era, era el vecino...

(...)

–¿Qué dices Liam?

–Ya te dije Stiles, ____ no a llegado y siempre llega a esta hora, no le gusta estar tanto tiempo sola porque empieza a tener alucinaciones.

–Tenemos que buscarla, ¡ya!–Dijo Stiles alterado.

Running low [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora