Running low [EDITANDO]

(O25)

Al anochecer se sentía perdida, aunque conocía perfectamente bien en donde estaba, se sentía desubicada.

La lluvia caída por si espalda a gran velocidad mientras iba en su moto, no quería regresar a su casa y que cualquiera de ellos le pidiera una explicación, porque realmente no sabría que decir.

Nunca sabes que hacer, para todo alguien te salva, cobarde.
Dijo la voz de hace un rato.

—Ya basta–Dijo en voz alta.

Llego a refugiarse a un callejón, en este había un edificio de al menos tres o cuatro pisos, complemente negro y lleno de ventanas, aparentemente estaba abandonado. Bajo de la moto y se adentro en el callejón sin importar que estuviera mojadose. Fue hasta la puerta y forjó la cerradura y entro sigilosamente, todo estaba oscuro. Subió lentamente las primeras y cortas escaleras, vio una puerta oxidada y la miro detenidamente, la puerta era corrediza, la abrió lentamente y miró hacia la oscuridad, al adentrarse busco un interruptor de luz y todo se iluminó, era un lugar amplio, una cama matrimonial en una esquina, un sofá en otra esquina y una mesa de madera en frente de la gigantesca ventana. Al estar inspeccionando todo fue hasta la ventana y se quedó ahí unos minutos. Se escuchó la puerta abrirse.

–¿Quien eres?—Dijo un hombre alto y fornido, su voz era gruesa.

(...)

Stiles lloraba desconsoladamente en el hombro de Lydia, se sentía pésimo, su mejor amigo había besado a Hayley, ella había quemado una casa y matado a alguien, ese alguien había sido George. No entendía porque, estaba destrozado, nunca creyó que su chica haría tal atrocidad.

–Stiles, tenemos que hablar–Dijo la voz de Scott llena de arrepentimiento.

–Déjame Scott, no quiero verte—Contesto Stiles en un tono agudo y dolido.

Theo fue lo que fue, pero jamás me hizo este tipo de cosas, como herirme de esta manera. Pensó Stiles y lloro aun más.

–Voy a buscar a mi hermana, no voy a quedarme sentado viendo como ustedes se pelean como niños y mi hermana posiblemente cometiendo una estupidez o suicidándose–Dijo Liam lleno de coraje.

–Te acompaño–Le dijo Malia.
Lydia los miro y Stiles se tranquilizó, salieron todos juntos de la casa de los Dunbar y nadie dijo nada, Liam era el más preocupado.