(O16)

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El lunes por la mañana me desperté porque Liam gritaba que debía llevarlo a el instituto porque tenía práctica, así que me bañe y me arregle lo más rápido posible. No me dio tiempo de desayunar.
Por suerte la primera clase la tenia libre y podría ver el entrenamiento de los chicos.

Al llegar a el instituto fui hasta mi casillero a dejar mi mochila que por el momento no iba a ocupar, divisé a Stiles quien estaba intentando sacar algo de su casillero pero con miedo de tirar a Cody. Me acerque rápidamente sonriendo.

—Dámelo, haz lo que tengas que hacer—Tomé a Cody y le di un pequeño beso a Stiles en la mejilla.

—Hoy te vez muy linda—Me miró cuando cerro su casillero.

—Me vería más linda si hubiera desayunado–Hice un puchero.

—Faltan diez minutos para el entrenamiento, así que vamos a comprarte algo—Cargue bien al bebé y Stiles paso su brazo por mis hombros.

Al llegar a la cafetería vacía fuimos hasta una máquina dispensadora y tome unas galletas y café con leche. No le pedí a Stiles que lo hiciera porque sabía su mala suerte con ellas, así que lo hice yo mientras el veía al bebé y le hacía caras raras como si realmente estuviera vivo. Fuimos hasta la cancha y antes de irme Stiles fue a los vestidores.

—Te veo al rato—Tomó mi cabeza y depósito un beso en ella.

Fui hasta las gradas y puse al bebé en mis piernas en forma que estuviera acostado mientras yo desayunaba.

—¿Puedo sentarme?—Dijo Lydia tímidamente.

—Claro—Susurré. Me recorrí y la deje sentarse.

—_____, ¿podemos hablar?—Dijo ella de sorpresa.

—Si...

—Yo tampoco quería que Theo muriera, porque yo se que lo querías y se lo que se siente perder a alguien que quieres, en ese momento yo no pude hacer nada pequeña, pero si fuera por mi te juro que reviviría a Theo para que estés con el, y no al Theo idiota que estaba aquí, si no al qué tu conociste, eres y serás mi mejor amiga por siempre y creeme que el no hablarte me hace sentir realmente mal—Me miró con los ojos llorosos y la mire.

—Lydia también perdón, nada de esto fue tu culpa y...—La mire y deje el café y las galletas de lado.

—No, te entiendo estabas cohibida por todo lo que paso—Me miró comprensiva.

—¿Mejores amigas?—La miré con una sonrisa y a la vez mis ojos llenos de lágrimas.

—Mejores amigas—Se acercó y me abrazo de una manera tan linda.

Van tres y falta una. Malia, la más difícil.

Running low [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora