(O18)

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Seguimos caminando unos minutos hasta adentrarnos, hablábamos animadamente sobre cosas sin sentido y otras conociéndonos. Malia me caía bien y eso no puedo negarlo.

—Y ella pinto mi cara horriblemente—Añadió riendo y también comencé a reír.

No tan lejos se escuchó el crujido de las ramas y del lado contrario hojas secas romperse.

—¿Escuchaste eso?—Mire a Malia deteniéndola.

—Si—Susurró.

Mire hacia todos lados y parecía no haber nadie.

Di unos pasos hacia enfrente y cuando me di cuenta tenia una flecha atravesada en la pierna derecha.

—¡Son cazadores!—Gritó Malia convirtiéndose.

Saque bruscamente la flecha de mi pierna emitiendo un leve gemido y la lance al suelo. Me convertí y gruñi con coraje. Al darme cuenta a Malia y a mi nos habían acorralado al menos 10 hombres con armas y arcos, listos para matarnos. Uno de ellos hablo, su vos estaba llena de egocentrismo y soberbia.

—La pequeña _____ Brooklyn, parece que fue la única que sobrevivió, aparte de su hermana—Dijo en tono burlón.

—Mi nombre es _____ Hayley Dunbar, no Brooklyn—Corregí en un tono brusco.

—Como sea, "tus padres" están muertos, pero sabes que es lo mejor de todo que ellos querían tu poder por interés y nosotros estamos aquí para destrozarte—Aclaró acercándose lentamente.

—No caigas en sus provocaciones _____—Me dijo Malia al oído.

—No sé de que maldito poder me hablas—Dije con coraje.

—Oh, ¿nunca lo supiste?—Dijo fingiendo sorpresa.

—Cariño, no sólo eres un alfa, también eres un Jikininki, ¿Sabes que es?—Dijo el levantando una ceja. Quería llorar, por alguna razón tenia el corazón roto.

—Los Jikininki son los espíritus de las personas malvadas, egoístas y perversas que son malditos después de la muerte para buscar y comer cadáveres humanos, aparte de este espíritu maligno, tu enfermedad y que eres un alfa, pronto matarás y yo evitare eso—Me apunto con su pistola en la cabeza.

Running low [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora