Capítulo 26: Profesores y alumnos.

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Kakashi siempre había sido perezoso a la hora de despertarse, pero aquel día, sintiendo bajo su mano el tacto de un revoltoso cabello, abrió el ojo más rápido que nunca. Se incorporó abrumado por lo que podía haber hecho aquella noche en la que volvió a pasarse con la bebida y a quién narices se habría llevado ahora a la cama. Su sorpresa fue mayor al ver el cabello azabache, el rostro inocente del crío al que él enseñaba. ¡Se acababa de acostar con Sasuke Uchiha!

- Joder – fue lo único que salió de sus labios al verle dormir plácidamente a su lado, tapando su trasero con una fina sábana pero dejando todo su pálido torso al descubierto.

Aquello no se lo esperaba pero lo único que le pasó por la cabeza es que era hombre muerto. Si el clan Uchiha se enteraba que acababa de mancillar a uno de los suyos, irían a por él, no se lo perdonarían. ¿Por qué siempre eran los Uchiha quienes le ponían en aprietos? Primero su padre con todo el asunto de la traición a su clan, al clan Namikaze que se había juntado con los Uchiha, luego le pusieron a Obito Uchiha en su equipo y le perdió en combate, en la última guerra donde Minato tuvo que ir a rescatarle a él y a Rin, ahora... Sasuke Uchiha. Ese clan iba a acabar con el suyo si seguían así. La maldición del Clan Uchiha le perseguía y no tenía mucha idea de qué había hecho él para merecerse todos aquellos problemas.

Ahora el problema más inminente era cómo sacar a ese chico de su casa sin sufrir daños ni poner en evidencia al clan Uchiha sobre lo que había ocurrido. Salir de ésta iba a ser complicado y más con Sasuke. Ni siquiera podía pensar unas palabras que no hiriesen a ese chico con el que había cometido un error.

Se levantó de la cama cogiendo los pantalones que estaban en la silla y sentándose en ella observando dormir plácidamente al muchacho. Era increíble que le gustase un chiquillo, que hubiera tenido cinco años para enamorarse de él y lo había conseguido, ni siquiera sabía cómo narices Sasuke había conseguido meterse en sus pensamientos, enamorarle, no podía explicárselo pero tampoco podía permitirse caer en esa trampa. Era un Uchiha, ya se sentía demasiado culpable por lo que una vez hizo su padre con ese clan como para encima él intentar salir con uno de ellos.

El leve sonido que hacía Sasuke le indicó claramente que se estaba despertando. Permaneció en silencio observándole, contemplando cómo el chico miraba algo confuso la habitación intentando adivinar dónde estaba o lo que había ocurrido. Sasuke se agarró la cabeza buscando en la mesilla algo que le indicase la hora, un reloj o cualquier cosa, pero lo único que encontró fue el sol que entraba por la ventana indicándole que era de día.

- ¿Dónde...?

- En mi casa – le dijo Kakashi desde la silla.

Sasuke se giró inmediatamente hacia atrás tapándose levemente con la sábana, mirando el rostro avergonzado de su profesor, del que por cinco años había estado ayudándole. Kakashi le había enseñado a pelear, a ser más fuerte, prácticamente le debía a él todas sus habilidades, hasta el chidori era una técnica inventada por su profesor que él había conseguido perfeccionar sólo gracias a su sharingan y a que era más rápido.

- ¿Por qué viniste a buscarme, Sasuke? – preguntó Kakashi hacia ese chico desnudo en su cama.

- ¿En serio necesitas una explicación? No soporto verte emborracharte todos los días para olvidar algo que ni siquiera hiciste tú. No puedes culparte por lo que hizo tu padre y mucho menos hacerte daño con el alcohol. Critícame o haz lo que quieras, pero no voy a permitir que sigas bebiendo de esa forma.

- Es lo único que me permite dormir bien por las noches – dijo Kakashi.

- No te haría falta si estuviera yo contigo.

¡Ten hijos para esto!: Nueva generación (Naruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora