Lo que él me hizo

Los Sinclair

Mi madre murió el día en que yo nací. Algo se complicó durante el parto. Mi padre murió unos años después, demasiado triste para vivir. Heredé la mitad de la gran empresa que había creado mi abuelo y que pertenecía después a mi padre y su hermana. Yo había quedado al cuidado de ella y su esposo, Cathy y Gatwick Sinclair.  Ellos no querían hijos, no tuvieron ninguno y nunca pusieron mucho interés en mí. Me asignaron muchas nanas, a quienes nunca soporté. Me crié yo sola, casi nunca veo a mis tíos. Pero debía decirles sobre mi bebé, después de todo.
-Tíos, él es Nico. -Estrecharon sus manos y nos sentamos a la mesa. Mis tíos eran muy estirados, los modales siempre eran importantes. Nuestra cena fue muy incómoda, hasta que al fin me dispuse a decir la verdad.
-Tía Cathy, tío Gat, estoy embarazada.
Mi tío casi se ahoga con sus fideos, los labios de mi tía se volvieron una línea fina. -Siempre supe que traerías deshonor al apellido de mi padre con un bastardo. Mi hermano no supo cómo educar a su hija cuando aún tenía tiempo.
Mi tío y Nico salieron de la habitación, dejándome a solas con la tía Cathy.
-Yo... Lo siento mucho, realmente no fue mi intención.
-Si no salieras casi todas las noches, no estaríamos en este problema. Tú ni siquiera tienes idea de cómo criar un hijo.
-Tal vez la tendría si alguien me hubiera criado a mí.
-No es mi culpa que tus padres hayan muerto.
-No es mi culpa que la persona en la que mi padre más confiaba no se interesara en mí.
-Puedes aprender tú sola como cuidar de un bebé, al igual que pagarás todos sus gastos con el dinero que dejó tu padre.
-Eso haré. No olvides, querida tía, que la mitad de la compañía es mía. -Fue entonces cuando Nico y mi tío aparecieron. -Te espero en el auto.
Salí de la casa y entré a mi auto, donde Nico me alcanzó unos minutos después.
-Tu tío me dijo que él nos ayudaría en todo lo que necesitáramos, siempre y cuando no se enterara tu tía.
-Nico, mi tía me desprecia, porque soy el recordatorio de que su hermano ya no está.