Epílogo

109 4 2
                                    

Volví con mis tíos, salía de nuevo. Pude volver a ser yo.
Después de esa noche, todo fue más fácil. Hablar con mis amigos, decir qué sucedió en verdad. Incluso comencé a sentir algo por Nate, resultó que él fue quien organizó la fiesta que nos salvó a Nico y a mí.
Confiaba de nuevo, aunque aún no soportaba mucho que me tocaran. Acepté la muerte de mi bebé, no había día que no lo extrañara y me preguntara qué habría pasado si él siguiera conmigo, pero de alguna manera Nico y yo nos las arreglamos para no dejar que el dolor nos consumiera.
Nate y yo pasábamos más tiempo juntos, yo había dejado de huir de él. Una noche fuimos al parque a mirar las estrellas recostados en el parque. Yo estaba maravillada, siempre me han parecido asombrosas. Entonces noté que él no las miraba, me miraba a mí.
-Eres aún más bella cuando miras algo que te gusta.
Me ruboricé y él acercó su rostro al mío, yo sabía que estaba a punto de pasar, pero no me importó. Por alguna razón yo quería que sucediera.
-Te quiero. -Dijo, justo antes de que nuestros labios se unieran.

Lo que él me hizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora