Capitulo XVII.

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Emma y Liam se encontraron en un sitio desconocido para ellos. La chica tomo rápidamente la mano del alfa, sentía como todo su cuerpo estaba temblando, no sabían si habían hecho lo correcto.

—¡Bienvenidos a mi humilde morada! —menciono Niall extendiendo los brazos.

—Que enorme—susurro Emma mirando a su alrededor, todo estaba bien decorado y con bellas alfombras, las paredes decoradas con cuadros hermosos, todo era demasiado lujoso.

—¿Tú vives aquí? —pregunto el castaño mirándolo con desconfianza.

—Claro que vivo aquí—Se cruzó de brazos negando con la cabeza—Al parecer la nena no se encuentra del todo bien ¿Qué tal si me ayudas fortachón? Anda vamos a que descanse—dijo subiendo las enormes escaleras.

Liam cargo a su amiga en forma nupcial y siguió al rubio, mientras caminaba observaba todo a su paso, parecía la casa de sus padres, llena de cuadros que parecían bastante valiosos, ese joven solamente parecía un chico normal con mucho dinero, aunque no debía confiarse del todo.

—Por favor pasa—suplico Niall abriendo una enorme puerta.

El alfa entro mirando esa habitación, era bastante hermosa, una alfombra roja que cubría todo el piso y quizá la cama más grande que había visto en toda su vida. Liam recostó a su amiga quitándole los tenis y después ambos la cubrieron con una enorme frazada azul. El castaño dejo un beso sobre su frente y se sentó a un lado de ella. Por supuesto que no la dejaría sola.

—¿Desde cuándo la conoces? —pregunto Niall recargándose en la pared.

—Desde que estábamos en la preparatoria, siempre fue así—sonrió de lado—Siempre escuchando voces y soñando cosas extrañas, jamás la juzgue, no era nadie para hacerlo, solamente le ofrecí mi amistad y nos hicimos los mejores amigos, no la dejare sola nunca.

—Entiendo—sonrió el rubio mirándolo—Te ves mejor así—comento mirándolo de arriba abajo.

El alfa miro fijamente a ese chico rubio, su piel parecía tal tersa y sus ojos eran demasiado azules, y Expedia un olor dulce, como menta y miel. Liam mordió despacio su labio y le sonrió por primera vez.

El rubio se sonrojo y miro hacia otro lado.

—Tal parece que jamás hayas visto a un omega—rio Niall intentando no mirarlo.

—Los omegas quedaron en los mitos, en los cuentos de hadas ¿Sabes? existen varios Omegas pero son de la realeza, ósea nadie puede tenerlos, jamás había visto uno tan de cerca, todo lo que se dice es verdad, huelen bien y poseen una belleza inigualable, creo que tengo mucha suerte al mirarte—sonrió observando el carmín en las mejillas de Niall.

—En mi universo somos comunes—se encogió de hombros—Pero todos los que conozco tienen un alfa que los cela mucho—elevo una ceja—Gracias por ayudarla, en verdad te sabremos recompensar.

—No quiero nada, solamente pido que ella este bien y claro necesito saber qué es lo que está pasando. ¿Por qué ese libro apareció en su cuarto? ¿Por qué escucha cosas extrañas?

—Ese libro era mío—asintió caminando hacia Liam—Lo escribir por muchísimo tiempo, apunté algunos rituales para jamás olvidarlos, le añadí más cosas y bueno, poco a poco se fue llenando de información y hace algunos años desapareció, pensé que alguien de mis ayudantes lo tenía, pero no fue así, jamás supe en donde termino y mira lo tenía tu amiga—suspiro con fuerza—Que bueno que quedo en buenas manos.

—¿Por qué ella? —hablo rápidamente—¿Ella que culpa tiene? Es una chica indefensa, ha estado así desde los 16 y las cosas se pusieron muy feas esta vez, todos los vidrios se estrellaron y las cosas se rompieron y ese nombre ¿Angie? ¿Alguien quiere que Emma la ayude? ¿Qué pasa con eso?

Pure and Perverse- Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora