EPÍLOGO.
El viaje de vuelta había sido muy largo. El coche de la policía la había llevado hasta la comisaría de donde habían llamado a sus padres para que fuesen a recogerla.
Henry, su padre, bajó del mercedes negro acompañado de su madre, Georgia. Era un hombre fornido, con un bigote bien peinado, pelirrojo, y de buen ver. Llevaba un traje de Armani, como de costumbre, y su móvil en mano. Su madre era alta, delgada y de pelo oscuro recogido, ese día, en un moño bajo. Lucía una falda de tubo gris y una camisa de volantes blanca, oculta bajo una chaqueta del mismo color de la falda. Llevaba unos tacones negros a conjunto con el bolso.
Hayley se levantó del sillón en el que se encontraba justo cuando cruzó miradas con su madre, y no pudo evitar que los ojos se le inundasen en lágrimas. Sentía las piernas frágiles, lo que no impidió que se levantase rápidamente y corriese hasta envolverse en un abrazo con ella.
—Mamá...Mamá...—la chica sollozaba escondiendo la cara en el pecho de su madre.—Lo siento tanto...Lo siento, mamá...Te he echado de menos.
Georgia acariciaba el pelo de su hija, mientras la silenciaba, dándole leves besos en el pelo.
—Ya estoy aquí, cariño. Todo ha pasado...Yo también te he echado de menos.
Su padre se unió al abrazo tras colgar el móvil, acariciándole la espalda.
—Vamos. Volvamos a casa, hay mucho de lo que hablar.—Su tono de voz grave y serio seguía siendo el mismo, aunque ella sabía que solo lo ponía cuando había gente en la que no confiaba alrededor. Era un tipo amable, cariñoso y bastante divertido.
Ella asintió, y tras despedirse de uno de los policías que la habían traído, subió al coche junto a sus padres y se alejó de la zona.
Un año después.
El mismo día de su llegada había conseguido limar las asperezas con sus padres, aún así, Hayley se había encargado de demostrarles diariamente que había cambiado, que volvía a ser la chica responsable y buena que tenían como hija, aún teniendo su acostumbrado mal humor.
Hacía un año que había dejado el correccional. Había terminado el bachillerato y se disponía a empezar el primer año de Universidad aquella misma semana.
Recorrió el paseo marítimo hasta llegar a la parada de autobús. En ese mismo instante el móvil comenzó a sonar. Nuevo mensaje.
De: Harry Styles.
Fecha: 14 de Octubre. 9:33.
Para: Hayley Cross.
Asunto: Viejales.
Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseo pequeña, cumpleaños feliz.
Bieeeeen. Ahora eres una viejales, como yo.
Espero que pases un buen día y disfrutes de tu primer día en la universidad.
Te quiero, chica rebelde...y vieja.
La chica no pudo evitar sonreír al ver el mensaje. Harry había mantenido el contacto con ella. Cada día le enviaba un pequeño mensaje para recordarle que seguía ahí y que, quizás, iría a buscarla. Él nunca mencionó aquello, pero ella lo esperaba, lo ansiaba.
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Missed (Harry Styles)
Fanfiction"-Lista-dijo ella, acercándose a Harry-. Ahora repítemelo todo de nuevo, no te he escuchado, estaba admirando tu precioso y gran pene. Harry puso los ojos en blanco. -Que sea solo sexo. Que no signifique nada más, Hayley.-dijo con voz ronca. Abrió...