Esta chica no es alguien normal, pues es de las chicas que nadie nota pero está ahí. Pero hay más: ella lee, escribe, es simpática, inteligente, buena persona, todo por caerle bien a los demás, otro prototipo más. Aunque eso no es todo, esta chica podría ser tu, que me lees, o yo, quien te escribo; o tu madre en la cocina, o la vecina que acecha a todo el que cruza por la esquina. Esta chica es algo más.
Un día sin iguala, nació. No recuerdo bien la fecha. Desde pequeña tuvo una mirada pícara y sin duda era especial. Era juguetona, aunque siempre jugaba sola, pero ella así se consideraba. En la escuela trataba de hacer amigos en vano, siempre le daban la espalda, solo la buscaban para que ella hiciera las tareas grupales para sacar buena nota. En secundaria dejó su inteligencia un poco de lado y empezó a maquillarse para hacerse notar y sí que fue notada.
La usaron y ella se dejó usar.
Se reían de ella a sus espaldas, pero ella sabía todo, le gustaba ser mencionada por ellos, los que la tildaban, ahora era justo que hasta su nombre recordaran: -¡shhh!!! Ahí viene La Chica!- Nadie sabia su nombre. Todos la veían raro o con una cara de asombro por los rumores: ¨la chica hizo esto!¨, ¨la chica hizo aquello¨, siempre se balbuceaba en los pasillos cuando ella pasaba, y nadie sabía su nombre.
Se hacia llamar FLOR, en sus travesura. Pero todos la conocían por ¨la chica¨, hasta los profesores se acostumbraron, pero a ella..., ya no le importaba.
