Parte 15 Decide Tú

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Flor tapó los ojos, le puso una bata de baño y le guió hasta su escondite secreto, lo sentó en el sofá de terciopelo rojo y después de respirar hondo le preguntó si estaba listo, Este Chico asintiendo con la cabeza. Flor dio un último bocado de aire y le quitó la venda mientras exhalaba.

Este Chico no pudo creer lo que estaba viendo, pasó alrededor de 5 minutos en shock. No sabía qué decir o hacer y como no veía ninguna puerta, se había congelado en el sofá.

Para cualquier rincón que mirará encontraba de todo un poco: dados de posiciones sexuales, consoladores de todo tipo y tamaño, sogas de varios grosores, tairra de varios colores, sujetadores, separadores, látigos, paletas, esposas, vendas, antifaces, anillos vibradores, plug anales de varios tamaños, bolas chinas de diferentes materiales y cantidades. En fin, una colección amplia de distintos juguetes y junto a ellos una colección de libros, no entendía qué hacían esos libros ahí, hasta que pensó en el libro de 120 días en Sodoma, siendo éste el favorito de Flor.

Este Chico estaba pasmado. Flor le dijo que dijera algo. Y él balbuceó algo que ni si quiera él comprendió.

-Entonces..., ¿este es tú mundo? - dijo tragando seco con cada palabra.

-sí- dijo toda orgullosa- es una amplia colección que vengo haciendo desde los 15...- dijo bajando la voz y poniéndose seria- no me desharé de nada si nos unimos, seguiré usando todos mis juguetes contigo o sin ti y si le dices algo de esto a alguien te cortaré las bolas con uno de mis amiguitos- le dijo de forma amenazadora tocando un botón que abrió un closet lleno de cuchillos.

-Estas loca- dijo de forma burlona y abriendo los ojos ante su reflejo en los afilados cuchillos.

-Quizás, pero... - sacó unas hojas grapadas y un lapicero de una gaveta- es el protocolo- dijo pasándole ambas cosas -es un contrato de confidencialidad legalizado por mis abogados: en la primera hoja, tu firma y fecha y en la segunda, tu firma y una gota de sangre.- Este Chico la miró con pánico.

-¿Cómo que sangre?- dijo lleno de pánico.

-Sí, en la parte de atrás hay una pequeña aguja sin usar y desinfectada. Esto es para mi cuidado, si dices algo puedo demandarte, torturarte y/o matarte..., en casos extremos, claro.- dijo Flor más que sería, como toda una profesional de las leyes. -Este es un deporte como natación: si no sabes nadar, te ahogas y de mala manera. En algunos países es ilegal practicar el masoquismo o el sadomasoquismo. Así que la decisión está en tus manos...-

Este Chico dio un vistazo a su alrededor, la miró fijamente a los ojos y esbozó una pequeña sonrisa. Firmó sin leer, se arrodilló le pidió su mano y le puso el anillo (que era súper hermosísimo, de plata con un gran diamante azul en el centro y dos pequeñas piedras azules a ambos lados del diamante, debió costar una fortuna) y se besaron. Después de un rato Este Chico le pidió que salieran de ahí, Flor lo vendó y fueron hasta su habitación, dando más pasos que cuando llegaron.


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