Capítulo XV

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Desde la noche en la que Alan prometió que Xander no lo extrañaría, habían pasado más tiempo juntos de lo normal, iban a la oficina, y regresaban noche a casa después de pasar a cenar y se quedaban hasta la madrugada juntos.
Solo quedaban dos semana para entrar a clases, y la mayoría de las vacaciones habían sido reuniones con los abogados de Alan, y todo relacionado a la herencia de sus abuelos.

-Lamento haberte arruinado las vacaciones de esta forma Xander-, dijo Alan mientras conducía.

-No siento que las hayas arruinado, jamás pensé que estar encerrado en una oficina fuera divertido-, Alan sonrió.

-Ojalá así sea cuando termine la universidad.

-Puede que sea hasta mejor-, Xander acarició la pierna de Alan por apoyo.

-No toques zonas prohibidas si no vas a aguantar-, Xander giró los ojos, y salió una risa de sus labios.

-¿En serio es prohibida?-, dijo ladeando su cara, Alan pasó saliva nervioso.

-Supongo que sí-, dijo acelerando el auto.

-¿Sí?-, Xander jugó con sus dedos, subiéndolos casi hasta llegar a la entrepierna de Alan-, ¿Por qué estás sudando Alan?

-No te vas aguantar después Xander-, advirtió Alan, y Xander soltó una carcajada.

-¿A dónde iremos a cenar hoy?

-Le he dicho a Graciela que suba la cena a tu recámara.

-Me parece bien, ya quiero quitarme este traje.

-Te ves realmente bien en traje-, Xander se sonrojó y volteó su cara para evitar que Alan se diera cuenta.

-¿Sabes? Podríamos estar a oscuras, pero aun así, sabré cuando estás ruborizado.

El trayecto hasta la casa fue en silencio, Xander no sabía que pasaba con él. Lo primero que hizo al llegar a su habitación fue tomar una ducha y pensar.

Había dejado de hablar con Enosh desde antes que salieran de vacaciones, Xander lo saludaba, pero solo ganaba distancia por parte de él, con Zech, las cosas iban normales, lo consideraba más amigo que otra cosa.

¿Y Alan? No se explicaba que pasaba con él, sentía algo por el chico aunque no quisiera admitirlo, era un tornado de sentimientos hacia él, sentía cariño, pero eran distintos tipos de cariño, lo veía como amigo, como hermano y hasta cierto punto, como amante. Recordaba los momentos que habían estado pasando juntos en la oficina, y reía por esos momentos, Alan podría ser tan cariñoso, y disciplinado a la vez. De algo si estaba seguro Xander, sentía más que admiración y respeto por Alan, tantas cosas por las que había pasado y seguía ahí avanzando. Quizá Alan dijera cosas como que ya no podía seguir con el proceso de la herencia o de la universidad, pero siempre encontraba alguna motivación para no darse por vencido, y eso hacía que sintiera algo distinto y especial por ese chico.

Cuando salió de la ducha, encontró a su compañero sentado en la mesa, pero este no se dio cuenta de su presencia, parecía estar en otro mundo.

-¿En qué piensas?-, dijo sentándose enfrente de él, este lo miró con una sonrisa.

-En el futuro.

-¿Qué clase de futuro?

-¿Tú quieres tener hijos?

-Nunca había caído en ese pensamiento. Pero creo que sí, me gustaría tenerlos. ¿Y a ti?

-Si quisiera. Pero me da miedo pensar en la crianza.

-¿Miedo a qué?

-A no ser un buen padre.

-Ese miedo, será el que te hará el mejor padre del mundo, tenlo por seguro Alan.

Grados Inesperados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora