Capítulo XVI

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Prácticamente, las vacaciones habían finalizado, era domingo por la tarde-noche cuando Alan y Xander llegaron a casa, los universitarios hacían presencia en la ciudad con las llegadas de sus autos, y a cada minuto se escucha uno que otro claxon.

-Estoy súper agotado, y tengo mucha hambre-, Alan se lanzó al sofá en cuanto cruzó el umbral.

-Yo también muero de hambre-, dijo Xander mientras subía sus maletas. Alan se acercó y comenzó a mirarlo con ternura-, no Alan, estoy muy cansado, si quieres comer, mejor espera unas horas y salimos a cenar, porque yo no voy a cocinar hoy.

-Pero extraño esos baguettes que haces.

-Pues seguirás extrañándolos por ahora.

Xander subió a su habitación ignorando los comentarios de Alan, lo único en lo que pensaba era en tomar una ducha, comer y caer dormido a la cama, pero eso no sucedería ya que para poder comer, tendrían que salir a comprar, primero, porque no quería cocinar en estos momentos y segundo, porque no había nada para cocinar.

Cuando salió de la ducha, corrió para poder cambiarse de ropa, aunque eran principios de febrero, el frío continuaba y la nieve seguía cayendo. Salió de su recámara, y fue a tocar la puerta de Alan, pero nadie contestó, cuando entró, lo vio acostado en toalla sobre su cama.

-Alan, cámbiate, vamos a cenar-, dijo mientras lo agitaba para que despertara.

-Solo pide una pizza y ya, no quiero salir-, dijo casi dormido.

-Muero de hambre, y quiero comer algo fuerte, sabes que hoy no comimos bien-, siguió insistiendo, pero parecía que Alan ya estaba dormido-, está bien, aceptaré la invitación de Joelle a cenar-, Alan se paró de un brinco recuperando toda su energía y fue directo al clóset, cuando escuchó decir eso de Xander.

-No me gusta que te malpases, conozco un lugar donde podrás comer bien-, dijo mientras se cambiaba y Xander se dirigía a la salida.

-Te espero abajo-, dijo cerrando la puerta tras él.

Habían recorrido más de seis restaurantes y todos estaban llenos de estudiantes, más de una vez se encontraban con algún conocido.

-Tendremos que salir a la ciudad o seguiremos buscando aquí hasta el amanecer-, dijo Alan, al ver la séptima opción sin espacio para más clientes.

-Vamos a cualquier lugar ya, no importa, una pizza, o lo que sea-, dijo Xander molesto y Alan comenzó a reir.

-Conozco un restaurante italiano, no es muy conocido, puedes pedir lasagna o algo que no sea pizza, si quieres-, Xander solo asintió.

El restaurante no muy conocido, parecía que había comenzado a ser reconocido, porque no estaba vacío, pero a comparación de otros, tenía menos clientela, por suerte aún había algunas mesas disponibles. El mesero entregó los menús, y Xander debatía si pedir un calzone o una lasagna.

-¿Estás enojado?-, preguntó Alan con cierto temor, lo cual hizo que Xander se relajara.

-Me estresé un poco-, trató de sonreír, pero no fue suficiente para Alan.

Al último Alan pidió un spaghetti ala boloñesa y Xander una lasagna. Alan había ido al sanitario, cuando vio entrar a alguien al restaurante, Enosh, Xander trató de disimular su nerviosismo comiendo pan de ajo.

-Xander, hola-, alzó la mirada, para encontrarse con Enosh.

-Hola Enosh-, dijo parándose de su asiento para saludarlo con un abrazo, pero este lo detuvo.

-Te presento a mi novia Stphanni-, Xander había estado tan nervioso, que no se dio cuenta que no iba solo.

-Hola, soy Xander, mucho gusto-, dijo saludándola, y pasando saliva a la vez.

Grados Inesperados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora