Capítulo 10

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No me respondió, solo me miró y se giró para irse. Corrí hasta él saltando al chico que permanecía en el suelo

-Te lo mereces. -le dije antes de desaparecer por el mismo sitio que Óscar.

Cuando salí del local vi a Óscar sentado en un banco cerca de ahí. Me acerqué y me senté a su lado.

-¿Te duele? -le pregunté al ver como se acariciaba la mano mientras hacía muecas de dolor.

-Un poco, pero no me arrepiento de lo que he hecho. -dijo. -¿Por qué bailabas con un tío así?

-Él ha empezado a bailar conmigo. Yo pensaba que eras tú y cuando me he dado cuenta de que no lo eras le he avisado, pero, al darme la vuelta de nuevo, lo ha vuelto a hacer. Luego ya sabes que ha pasado.

Estuvimos sentados en el banco hasta que me llamó Laia para saber dónde estaba. Óscar y yo entramos de nuevo y bailamos un rato más hasta que decidimos irnos.

__________

Eran las 6:30 de la mañana y yo ya estaba despierta, así que aproveché y bajé a por un vaso de agua a la cocina. Habíamos llegado a las 4 de la madrugada a casa de Laia. Sabía que ella se iba a despertar tarde así que aproveché para estar con el móvil un poco y escuchar algo de música.

Laia se despertó una hora más tarde, pero solo para ir a beber algo.

-¿Qué haces despierta tan pronto? -me preguntó.

-He tenido una pesadilla.

-Luego me la cuentas. Me vuelvo a la cama.

-Creo que yo también, hoy será un día largo. -decidí finalmente.

Dormimos hasta la una del mediodía. A las cuatro venían los chicos, Óscar y Carlos a buscarnos para ir a hacer algo.

Nos duchamos y comimos algo de pasta mientras veíamos la tele.

-Te están llamando. -me avisó Laia.

-¿Quién es? -le pregunté.

-Adri.

-¿Sí? -pregunté, descolgando el teléfono.

-Hola Miriam, ¿cómo va por Madrid?

-¡Genial! -respondí. -¿Ha pasado algo?

-No, tranquila. Sólo me apetecía oír tu voz.

Qué mono, pensé.

-Oh...

-¿Molesto?

-No, para nada.

Estuvimos hablando durante un cuarto de hora mientras Laia me iba haciendo una trenza en el pelo. Llamaron a la puerta y mi amiga fue a abrir.

-Adri, lo siento. Te seguiré contando cuando vuelva mañana a Barcelona. Vienen a buscarme unos amigos y tengo que colgar. -dije.

-Vale, disfruta y no me eches de menos.

-Adiós. -me despedí y colgué.

__________

Esa tarde fuimos los cuatro al cine y luego nos quedamos hablando en un bar cercano.

Eran las ocho cuando Carlos nos ofreció ir a su casa a ver otra película o a jugar a algo. Al llegar nos tumbamos todos en el sofá y acabamos jugado a la Wii.

A las 2 de la madrugada, Laia y yo, decidimos irnos a casa. Mi tren salía a las 4 de la tarde y tenía que hacer la maleta.

El sonido del timbre nos despertó. Hugo.

Hasta el finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora