Capítulo 25

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En la espera de la comida china que habíamos ordenado, todos se separaron.  Mamá en su mundo con Lisa al frente del departamento y Sebastián, James y Louis en el cuarto jugando "Fornite". Yo y Sarah, bueno, haciendo mi cosa favorita, cupcake.

Sarah: Huele como que a quemado- Se para enfrente del horno y se agacha para ver si todo estaba bien.

Madison: Ese olor esta desde que Louis quemó el arroz- Estaba decorando con cantitos de chocolates un cupcake que ya estaba hecho.

Sarah: Oye, cambiando el tema, ¿que sucede entre tú y James? los he estado observando- Observaba los cupcakes sin quitar la vista por un segundo. Luego se levantó y me miró.

Madison: No lo sé, no creo que esté preparada para algo como esto- Trataba de concentrarme en lo que estaba haciendo pero los latidos de mi corazón, que cada vez aumentaban, me lo impedían.

Sarah: Se que tienes un gran trauma, pero jamás avanzarás si no haces algo por superarlo. Se que toma tiempo, se que no es fácil, pero hay que intentarlo. Jamás puedes quedarte de esta manera.

Madison: Es que ya el miedo no es por el, Sarah- dejé los cupcake a un lado- desde que salí del internado de Capestrano me siento un poco más segura de mi misma, incluso confío un poco más en el. Yo se que lo estoy superando, yo se que lo superaré, yo se que no puedo seguir así. Peores cosas pasan otras personas y todos los días luchan por sacar sus demonios y yo no quiero ser la excepción- Sarah se me acerca.

Sarah: Y eso es bueno, me encanta Madi, me encanta que comiences a ser esa persona, pero siempre hay un pero y siento que tú lo tienes, ¿cual es el tuyo?- Su cara mostraba que trataba de comprenderme.

Madison: Sabes, una vez estaba en Washington, en un parque, y una señora se me acercó y comenzó hablarme de como había sido su relación cuando ella era joven. Fue muy bonita la historia hasta que me dijo "era la persona correcta, pero no el momento". Siento, que esa frase me aplica a mí justo en estos momentos. Me hubiera gustado tanto haberlo conocido antes de que todo eso ocurriera- Mi cara cambio por completo, una lágrima salió junto con lo que sentía en ese momento y el corazón me dio un gran golpe como si quisiera salirse de mi pecho.

Sarah: Oye, tranquila. No quería que lloraras, todo va a estar bien, yo te voy ayudar. Juntas vamos a descubrir y a desencadenar todo lo malo- Me dio un abrazo- Cuando encuentres a alguien que observe el color café de tus ojos y vea poesías, por favor Madi, nunca trates de evitarlo. Solo léelos, siéntelos y disfruta cada letra que el vea. Se que en muchas ocasiones es difícil aceptar que alguien te de su amor más sincero y puro, pero créeme, aún hay personas que saben amar con el alma- Pegada a mi oído hizo que le diera más sentido a esas palabras. Quise soltar otra lágrima, pero lo evitaba.

Madison: Gracias Sarah!- No quería soltarla. Cuando estoy cerrando los ojos, suena el celular.

Sarah: Hola hola!- Contestó al teléfono. Yo solo seguí con los cupcakes- Ah si, saldré en unos segundos- Enganchó el teléfono.

Madison: Llegó la comida?- Tenía tanta hambre, que por un momento se me había ido el sentimiento que sentía por la conversación que habíamos tenido. Solo quería comer. Así que dejé todo y salí primero por la comida.

Sarah: Llegó la comida!- Gritó Sarah, mientras observaba mi corrida hacía afuera. Llegué al joven que había traído la comida.

Joven: Sarah?- Preguntó mientras miraba el papel de las órdenes.

Madison: No, pero Sarah es mi amiga, viene ahora- De repense comienzo a sentir fuego en mis piernas acompañado de un pequeño ardor. Había salido sin chancletas y me estaba quemando los pies. La cera estaba caliente. Traté de brincar un poco para que se fuera.

Joven: Nunca había visto a nadie tan emocionado por que la comida había llegado- Se río.

Madison: No, espérate, me estoy quemando los pies- El no avanzaba a darme la comida y ya no aguantaba más así que sin pensarlo corrí para sentarme encima del baúl- Dios, ¡que alivio!- el joven se me quedó mirando- Perdóname, no aguanté más nada- me tocaba los pies.

Sarah: ¿Que haces ahí Madi?- Se acercaba al joven par tomar la comida por mí- Gracias, aquí esta el dinero- Yo la miraba mientras ella cogia la comida- ¿Podrías dejar de mirarme y ayudarme?

Madison: Si, ya voy. Una... Dos... Tres... dame la bolsa rápido- Y me fui corriendo para la sombra.

Sarah: Perdónala, esta un poco loca- El joven tenía el dinero en la mano y miraba un poco confuso.

Joven: Gracias a Dios que es un poco- Se reía disimuladamente.

Sarah: Bueno, gracias- El joven se montó al carro y Sarah ya venía- Estas loca- Dijo sin detenerse.

Madison: Que?- Solo hice como si nunca hubiera echo algo vergonzoso. Entré y cerré la puerta.

Siempre será el mismo camino[editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora