Capítulo 26

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Sarah estaba sacando la comida de la bolsas para comer en la mesa y yo volví y grité que había llegado la comida, pero nunca bajaron los chicos. Mamá y Lisa comenzaron a servir y yo quería comer con todos, así que decidí subir. Llegué al cuarto y abrí la puerta- Oigan, llegó la comida.

Sebastián: A la derecha, a la derecha!- Gritó de emoción por el juego.

James: Donde? no lo veo- Dijo asustado- de donde me disparan?- gritó desesperado.

Luois: Imbecil, estas en la izquierda- y tomó su control y mató a la persona del juego.

James: Oye!!- yo los interrumpí.

Madison: La comida ya llegó- De repente se escucha un sonido extraño que venía del departamento de arriba, como si estuvieran martillando en la pared pero a su vez como puños contra la pared. Todo estaba en silencio hasta que Sebastián lo interrumpió.

Sebastián: Creo que están peleando- dijo concentrado en escuchar bien que sucedía.

Louis: Ay no puede ser, que asco!- Se fue de la habitación. Nosotros comenzamos a reírnos.

Sebastián: Será gay?- Se levantó para bajar, yo que estaba en la puerta, el me jalo.

Madison: Voy en unos segundos- Tenía que ir al baño.

Sebastián: ¿No vienes James?

James: En unos segundos bajaré- Guardaba y recogía un vaso de agua y un plato. Yo me fui al baño para que Sebastián no empezara a decir cosas ni se pusiera celoso. Entré a mi cuarto primero para poner a cargar el teléfono y luego me fui al baño. Cuando entré al baño, James estaba sentado en el retrete.

James: Estoy yo!- gritó mientras cruzaba sus piernas y se tapaba. Mis mejillas sonrojadas hicieron que se notara lo avergonzada que estaba y mis nervios me dejaron sin pensar.

Madison: Lo siento, lo siento- Me quedé parada frente a la puerta viéndolo, pero realmente era como si estuviera viendo una pared en blanco.

James: CIERRA!...- Gritó. Yo por unos segundos seguí ahí parada. Luego reaccioné, me tapé los ojos y cerré la puerta.

Madison: ¿Para que no pones seguro?- Le di una parada a la puerta y grite furiosa. No hubo respuesta alguna, me quería ir pero necesitaba usar el baño- Avanza James, no aguanto- Tuve que cruzar mis piernas y comenzar a distraerme para no orinarme encima. Caminando de lado a lado James sale. Yo lo empujé, me aseguré que hubiera cerrado la puerta y usé el baño. Luego de unos segundo, no quise salir. Quería asegurarme de que James no estuviera cerca. Abrí la puerta lentamente y mire de un lado a otro intentando no encontrarme con James. Cuando bajé, ya todos habían comenzado a comer.

Sarah: Me das una papa?- Miraba el plato de Sebastián.

Sebastián: Te doy de todo, pero hay ciertos límites- Miró a Sarah con cara sarcástica y movía el plato del lado contrario.

Sarah: Maceta- Y comenzó a comer. Cuando miro la mesa, me di cuenta que el lugar donde me tenía que sentar, por que ya todas las sillas estaban ocupadas, era alado de James. Podría sentarme a su lado si no hubiera pasado el incidente del baño. Dios, tan vergonzoso. Mientras caminaba para sentarme, trataba de disimular mi incomodidad. Eché mi silla hacía atrás para poder sentarme, pero los nervios de la vergüenza me atacaban una y otra vez.

James: Quiere...- extendió su brazo para darme una papa.

Madison: No!- Dije sin poder mirarlo a la cara y sin saber que me iba a ofrecer.

Sebastián: Ella nunca comería de esa papa- Su seguridad era muy notable.

Sarah: Eso te crees tú- Se hecho a reír.

James: ah si?- Me miró, yo sin embargo seguía comiendo como si me fueran a quitar la comida- Tranquila Madi, la comida no sacará patitas para correr.

Madison: Perdón, tengo mucha hambre- Dije con la boca llena de arroz- Toma, se te están acabando- Le eché en la boca una gran cantidad de papas para que no siguiera hablando. Mis nervios me manipulaban y hacía cosas espantosas. Esos comentarios hicieron que quisiera esconderme bajo la mesa y era inevitable no sentirme de esta manera.

Siempre será el mismo camino[editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora