FIGHT THE DEAD FEAR THE LIVING - Fanfic The Walking Dead - Daryl Dixon

Rosa Cherokee

Los 3 kilómetros que conducían a la granja me parecieron eternos. Era muy difícil poner atención a la carretera a la vez que mi mente no dejaba de pensar en Carl. Tras un camino, que a mí me pareció demasiado largo, divisamos un edificio el cual tendría que ser la granja. Varias personas recogían algo y lo ponían sobre una carretilla, pero no logré ver quienes era.

Daryl paró la moto a unos 10 metros de la entrada a la casa, yo lo hice un par de metros detrás y Dale dejó la caravana justo detrás de mi coche. Una vez paré el motor del coche, puse el freno de mano y salí al ver que Lori y Rick salían de la vivienda. Cerré la puerta del coche de un portazo y corrí hacía Rick, que por su expresión deduje que todo era verdad: Carl estaba herido. Cuando llegué a su lado, le abracé y las lágrimas amenazaron con salir de mis ojos, así que los apreté fuerte para que no lo consiguieran.

- ¿Dónde está? ¿Que ha pasado? ¿Está bien? - formulé rápidamente todas las preguntas, una detrás de otra.

- Se pondrá bien. Gracias a Hershell y su gente - dijo Lori señalando a un hombre mayor con el pelo blanco, a la chica del caballo y un par de personas más.

- Y Shane - corroboró Rick - Habríamos perdido a Carl sin su ayuda.

Busqué a Shane con la mirada, cuando di con él, llevaba ropa la cual le quedaba demasiado grande y se había rapado el pelo. Nunca le había visto con el pelo tan corto. Le miré y sonreí agradecida. Me separé de Rick y abracé a Lori.

- Gracias a Dios. Estábamos muy preocupados - dijo Carol.

- ¿Qué pasó? - volví a preguntar.

- Un accidente, un estúpido accidente de caza - dijo Rick y decidí no preguntar más por el momento.

- Quiero verle - dije.

Rick miró al hombre de pelo blanco y este asintió abriendo la puerta. Entré detrás de Rick y me dirigió a la habitación donde estaba Carl. Cuando entré le vi tumbado sobre la cama de sábanas blancas, dormía mirando al techo sin movimiento alguno, estaba tan pálido que lo único que resaltaba era su pelo negro encima de ellas. Mi cuerpo entero tembló de miedo al verle así, tapé mi boca con la mano cuando un sollozo se escapó de ella, mis rodillas perdieron su fuerza y se doblaron justo como me pasó el día anterior, pero Rick me cogió de la cadera para que no cayera al suelo.

- Danna ¿estás bien? - preguntó con preocupación en la voz.

- Sí - dije con un hilo de voz mientras andaba torpemente a la cama, me senté y puse mi mano en la frente del niño echando el pelo que caía en ella hacia atrás -. Mi pequeño... - en ese momento las lágrimas comenzaron a salir solas.

Todo era exactamente igual que cuando dispararon a Rick, estaba pálido y el sudor de su piel era frío, el olor a desinfectante, la venda que le cubría la herida, el miedo de perderle y la impotencia de no poder hacer nada de nuevo. Mi cuerpo no paraba de temblar y mis ojos no dejaban de derramar lágrimas.

- Se va a poner bien - dijo Rick poniendo su mano en mi hombro -. Está estable y antes se ha despertado.

No creía ninguna palabra, lo mismo dijeron después de la operación de Rick y le tuvimos que dejar ahí, sin saber siquiera si estaba vivo. Pero me callé y no abrí la boca, porque si lo intentaba, las lágrimas no me dejarían hacerlo. Estuve así varios minutos más hasta que el hombre mayor entró a la habitación.

- Tú eres Danna, ¿verdad? - preguntó y yo me giré.

- Sí - dije secándome las lágrimas.

- La chica rubia... Andrea, ha comentado lo de tu desmayo de ayer. Te examinaré a ti también para saber a qué se debe - dijo amablemente.