Con el dedo en el gatillo

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Un dolor punzante, que se extendía de mi sien hacia el resto de mi cabeza y una luz intermitente que latía detrás de mis párpados me hicieron despertar. Lo único que logré ver con la ayuda de la parpadeante luz, fue la cara de un caminante que intentaba entrar a través de la luna destrozada del coche. La piel se le iba desgarrando poco a poco a medida que la introducía y se iba cortando con los cristales.

Tenía que salir de allí o el caminante terminaría entrando. El coche había quedado tumbado sobre el lado izquierdo, impidiéndome la salida por la puerta del piloto. El cinturón de seguridad del coche había quedado bloqueado por el golpe y no podía desabrocharlo, así que saqué mi cuchillo de su funda y de forma rápida lo corté dejándome libre el acceso a la ventanilla del lado derecho del vehículo.

El caminante cada vez estaba con la cabeza más introducida y deformada en el coche. Saqué con dificultad las piernas del salpicadero y me fui incorporando mientras me iba haciendo pequeños cortes en la cara y el escote que dejaba la camiseta de tirantes que llevaba debajo del abrigo, el cual protegió mis brazos. Apoyé las plantas de los pies en el asiento y me impulsé para poder salir al exterior, pero una de las manos resbaló y volví a caer de espaldas contra los cristales rotos, clavándome los más grandes en la espalda.

Justo en ese momento el caminante consiguió meter la mano por el hueco del cristal y cogerme del pelo para acercarme a él e intentar morderme. En ese momento me vi atrapada, no tenía nada con lo que defenderme y quitármelo de encima. Busqué mi cuchillo con la mano, ya que al no meterlo de nuevo en su funda se me calló y no logré encontrarlo, así que intenté desmontar el freno de mano, pero tampoco lo conseguí.

De pronto, una idea cruzó mi mente: arranqué con la mano uno de los trozos de cristal que había en la luna, produciéndome un corte profundo y varios rasguños en la palma de la mano y los dedos, para introducirlo en ojo al caminante. Lo apreté dentro hasta que el caminante se quedó sin movimiento alguno e inerte. 

Volví a hacer el mismo procedimiento de antes, me impulsé y salí por la ventanilla, pero ahora con una dificultad añadida: la mano me sangraba y me dolía bastante.

Una vez fuera del coche intenté quitarme el abrigo, ya que tenia dentro trozos de cristales y me estaban raspando bastante, pero al intentar quitármelo, me dí cuenta que en la espalda, los trozos grandes de cristal que se me habían clavado al caerme, no habían terminado de atravesar la tela y al intentar deshacerme de la prenda, iban saliendo lentamente de la carne. Parecía como si me clavaran millares de alfileres en toda la espalda.

Con el descuido, un caminante apareció por detrás, agarrándome por los brazos. En mi afán por que me soltará, me quité en abrigo, dejando así que salieran todos los trozos de cristal de mi espalda de golpe, sintiendo un dolor intenso. Le propiné un patada en la rodilla, provocando que la articulación fuera en sentido contrario y tirándolo al suelo. Pero al caer me llevó con él y ambos acabamos en el suelo. 

Comencé a arrastrarme boca arriba en el suelo, para intentar quitármelo de encima, me cogió del pie pero conseguí que me soltará pateándolo justamente en la mandíbula, la cual se le quedó desencajada. Al intentar morder la pierna no pudo conseguirlo al no poder cerrar la boca, así que dejé que siguiera para aprovechar y coger el uno de los tapacubos que se había desprendido del coche, acabando en la cuneta. Golpeé con el trozo de plastico en la cabeza para alejarlo de mí y acto seguido me puse en pie.

Corrí hacia el coche, para recoger el cuchillo de él, pero antes de llegar encontré mi revolver, lo cogí y me dí la vuelta apretando el gatillo y al fin ví como el otro caminante caía sin vida al suelo. Metí la pistola de nuevo en mi cinturón y cogí el cuchillo del interior del coche, con él corté un buen trozo de tela de mi camiseta y vendé provisionalmente mi mano. Guardé el cuchillo en su funda y emprendí camino hacía el pueblo a pie.

FIGHT THE DEAD FEAR THE LIVING - Fanfic The Walking Dead - Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora