FIGHT THE DEAD FEAR THE LIVING - Fanfic The Walking Dead - Daryl Dixon

Secretos

A la mañana siguiente todo parecía seguir exactamente igual. A Daryl le había bajado considerablemente la fiebre y había bajado de la casa, a una tienda de campaña cerca de todos. Shane insistía en su idea de dejar de buscar a Sophia. Lori cada vez estaba más nerviosa por su embarazo. La única buena noticia que parecía haber en esos momentos, era que Carl se había levantado de la cama al fin.

Salí de mi tienda cuando me desperté y después de hacer unas tareas fui hacía la tienda donde se encontraba Daryl para preguntarle como estaba y si necesitaba algo, pero justamente al tocar la cremallera de la tienda para abrirla, salió de ella Andrea con cara de notable felicidad.

- Buenos días - dijo en tono socarrón yéndose sin esperar respuesta por mi parte.

Más de una vez, Andrea había conseguido crispar mis nervios e incluso enfadarme, pero ninguna como aquella. Sin pensármelo dos veces me introduje en la tienda y vi a Daryl tumbado en el suelo, mirando un pequeño libro de portada roja.

- Venía a preguntarte si necesitabas algo, pero veo que con Andrea ya estás bien servido - dije directamente y él me miró a los ojos.

- ¿Qué? - preguntó con desconcierto.

- Que por lo menos podrías esperar que se te cerraran los puntos para tirártela - sentí como la cara se me volvía roja de rabia y salí a prisa a de la tienda.

Fui hacia el centro del campamento, donde se encontraba la pequeña hoguera. Me senté frente a ella e intenté calmarme mientras veía el oscilar de las llamas.

- ¿Qué ha dicho Shane? - preguntó la voz de Glenn.

- ¿Sobre qué? - dije sin apartar la mirada del fuego.

- No se lo has dicho. Ya... pero tienes que hacerlo, estás embarazada - le miré al escuchar esa última palabra -. Necesitas vitaminas, medicina, una almohada blanda... - Seguí sin contestar, se dio la vuelta y cogió algo de una cesta para después tenderlo delante de mi cara -. Quédate con mi parte.

- No quiero tu comida, Glenn - dije mirando los trozos de cecina que sostenía en la mano.

- Tú la necesitas, estás muy delgada y si no vas a dejar que Shane cuide de ti, alguien tendrá que hacerlo. Danna, tienes que cuidar esto - dijo poniendo su mano en mi vientre -. Iré a la farmacia, dime que necesitas.

- Necesito que dejes el tema Glenn y que no se lo cuentes a nadie - dije mirándole seria a los ojos.

- ¡El de los melocotones! - la voz de Shane resonó en todo el campamento y Glenn fue a su encuentro con la cesta de la fruta en las manos.

Glenn se acercó a donde estaba Shane, que lo acompañaban Rick y Jimmy. En un momento dado, me miró para mirar seguidamente a Shane, sin decir nada más se alejó pasando al lado de Carl que estaba a unos metros de su padre, llevando su sobrero, apoyado en la autocarabana. Me acerqué a él y me senté a su lado.

- Hola enano, bonito sombrero ¿Me cuentas que te pasa? - dije dándole un par de toques con el dedo a la visera del sombrero.

- Quiero aprender a disparar ¿Me enseñas? - preguntó directamente.

- Cariño, eso depende de tus padres.

- ¿Hablas con ellos? A ti te harán caso - me pidió.

- Ya veremos ¿vale? - dije y el niño asintió no muy convencido. Se dio la vuelta para marcharse y en ese momento vi un bulto en su cadera -. Carl, enséñame que llevas ahí. 

Se levantó la camisa y dejó ver un revólver metido en su pantalón. Tendí la mano para que me lo diera, y lo dejó en mi palma. Guardé la pistola en la parte de atrás de mi pantalón y llevé a Carl a buscar a su madre.