FIGHT THE DEAD FEAR THE LIVING - Fanfic The Walking Dead - Daryl Dixon

Mejores Ángeles

Desde el disparo de Daryl, las horas pasaron demasiado lentas. Ya habíamos llevado el cuerpo de Dale a la casa y yo estaba sentada en el porche, abrazando mis rodillas. Todo el mundo estaba dentro de la casa, todo el mundo necesitaba estar solo.

La Luna parecía reprochar todos y cada uno de mis actos, sabía y tranquila; hermosa, blanca y creciente. Creciente como todo el dolor que nos esperaba, solo que todavía no éramos conscientes. Pero ella parecía saber cuales iban a ser nuestros pasos, quien más caería y sobre todo, parecía albergar todo ese dolor dentro de sí misma,haciendo que no me sintiera tan sola. Ella estaba allí, me escuchaba sin que le hablara, me entendía sin tener que explicarle que pasaba,me acariciaba suavemente con su luz y joder, como reconfortaba.

Cuando el cielo comenzó a tornarse de negro a azul, varias personas salieron fuera. T-Dog, Shane y Daryl. Este último se me quedó mirando durante un segundo el cual me hizo pensar que por fin iba a dirigirme la palabra. Pero no fue así, pasó de largo para reunirse con los otros dos hombres.

-Vamos a dar una vuelta, ¿vienes? - me preguntó Shane dulcemente.

No dije nada, sólo asentí y bajé los tres pequeños escalones del porche. Al pasar por su lado, se quitó su chaqueta y la puso sobre mis hombros, para después irse sin esperar reproche alguno. Shane se montó en la camioneta junto con T-Dog, mientras Daryl y yo nos subimos detrás. Cuando nos sentamos, deslicé mis brazos dentro de la chaqueta de Shane, me acurruqué en la esquina del remolque y abracé mis piernas. Evitando cualquier tipo de contacto con Daryl, que por su parte hacia exactamente lo mismo.

Tardamos alrededor de diez minutos en llegar al otro lado del lago que había cerca de la granja y aparcamos el coche al lado de la carretera. Daryl se bajó primero y se dio la vuelta para tenderme la mano. Le miré intentando que mi en mi cara no se dibujara ninguna expresión y bajé del vehículo apoyando mi mano en el borde del remolque y saltando.

No sé cual fue la reacción de Daryl pues no le miré, no podía hacerlo sin romper en llanto y sabía perfectamente que ya no tenía sitio en sus brazos para poder hacerlo.

Caminamos bosque adentro bajo las indicaciones de Daryl y fuimos peinando la zona en busca de algún caminante, pero no encontramos nada. Después de casi una hora, dimos con una valla para el ganado. Continuamos andando el perímetro de esta hasta que Daryl se percató de que había un rastro en el suelo, el cual seguimos hasta dar con media docena de caminantes: tres caminaban iban hacía un ciervo que estaban devorando los otros tres restantes.

Caminé hacía ellos sin pensarlo dos veces, oí como Shane y Daryl llamaba mi atención en voz baja, pero les ignoré y seguí mi camino hacía los muertos. Cuando estuve detrás de ellos, les grité y se giraron, llamando también la atención de los otros tres que estaba arrodillados en el suelo. Clavé mi hacha en la cabeza del que tenía más cerca para después sacarla y acabar con que venía detrás. Cuando me di la vuelta para enfrentarme al tercero, me di cuenta de que se abalanzaba sobre mi tan pronto como una flecha de la ballesta de Daryl impactaba en su cabeza para caer inmediatamente muerto al suelo.

T-Dog y Shane se adelantaron para ir a por los otros tres, los cuales ya se había levantado y venían hacía nosotros. T-Dog se cargó a uno golpeándole con una maza en la cabeza y Shane terminó con otro clavándole la pala en el centro del cráneo. Sólo quedaba uno y era mío. Me acerqué despacio a él del mismo modo que él se acercó a mí abriendo la boca de par en par para morderme, puse el mango del hacha entre sus dientes incapacitándolo, le pateé la rodilla para que cayera al suelo, y una vez allí entre los cuatro comenzamos a patearlo, cuando me cansé de escucharle gruñir, enterré la hoja del hacha en su cabeza varías veces hasta que dejó de moverse.

Sí mediar ninguna palabra con nadie, me dí la vuelta y me encaminé hacía el coche. No esperé que nadie viniera tras de mi, ni siquiera me quede para saber si querían seguir dando vueltas para buscar más caminantes, sólo volví. Triste y cansada me subí al coche de la misma manera que había subido y me senté en el mismo lugar. Los demás llegaron unos segundos después y juntos volvimos a la granja.