Unidos en la soledad

Capítulo II : cita poco deseada

Pedro se encontraba camino al instituto, pensativo en el autobús, no soportaba la idea de tener que convivir cinco días a la semana con sus agresores, no podía ni siquiera mirarles a la cara, pero "no tenía otra opción", o eso pensaba él.
No podía decírselo a nadie o las cosas irían a peor. Todo quedaba en su interior matándolo poco a poco por dentro y por fuera, Después de seis meses sufriendo en silencio, las cosas empezaban a ser evidentes, sus relaciones interpersonales eran casi nulas y esto se debia a Félix, el culpable de todo su sufrimiento, acompañado de su grupo, que este último curso comenzaron a maltratarlo y a aislarlo del resto. Debido a que Félix era un chico muy respetado; esté era un chico alto, cada músculo de su cuerpo se encontraba increíblemente desarrollado, su pelo era castaño y se encontraba salpicado de mechones rubios, era muy simpático, agradable, estudioso y deportista, rebosaba de cualidades más que positivas.

Pedro no era capaz de entender por qué se ensañaba tanto con él, cuando era tan bueno con todos los demás, esto además dificultaba que rompiera su silencio, porque quién le creería, todos piensan que es perfecto, como iba un chico de esas características hacer algo tan ruin como maltratar a un compañero de aquella manera, imposible. Lo que menos imaginamos que podría estar pasando y de la persona mas inesperada es irónicamente lo que sucede.

De repente el sonido del claxón del autobús, saca a Pedro de sus pensamientos devolviendolo a la realidad, sin nisiquiera darse cuenta ya habían llegado y el bus se encontraba estacionado frente a su instituto. El conductor lo miraba con rabia mientras le gritaba - vamos chaval, sal de una vez que eres el último y llevas ya un buen rato ahí parado-. Pedro no se habia percatado pero el conductor tenia toda la razón, ya no quedaba nadie dentro. Pedro se apresuró y salió corriendo por la puerta trasera mientras gritaba - ¡lo siento!-

Corrió a clase, ya que si no se daba prisa llegaría tarde y no podría elegir asiento. Cuando llegó a clase el profesor todavía no había llegado, una suerte para Pedro, ya que odiaba llegar tarde; nada más entrar rápidamente se sentó en la primera fila del aula y seguidamente entró por la puerta Cristina, su profesora de cultura clásica, su asignatura favorita.  Le encantaba pensar en la idea de los dioses y todas sus habilidades hoy por hoy consideradas sobrenaturales, no se paró mucho a pensar simplemente comenzó a escuchar y a prestar atención a cada palabra que salía de la boca de cristina.

Al finalizar la clase y específicamente durante el intercambio entre clase y clase alguien dejó sobre su mesa un pequeño papel replegado. Pedro comenzó desplegándolo lentamente y en su interior se encontraba escrito a mano la siguiente frase: " pedazo de mierda andante, te espero a la salida en los baños de la segunda planta, no faltes, o sabes lo que te pasará ".

Un frío gélido le recorrió todo el cuerpo antes de empezar a temblar de los nervios, los mismos nervios que en menor medida le acompañarían el resto de las clases del día, hasta llegar el temido momento. En los minutos que procedían a la tan poca deseada "cita", el cuerpo de Pedro era literalmente un movido terremoto, cada centímetro de su piel temblaba como si no hubiera un mañana, por su cabeza pasaban varias opciones, podía ir pero eso terminaría de una manera poco agradable para Pedro ya que se llevaría una paliza, pero si acudía se encontraba en la misma situación ya que cabía la posibilidad de que al llegar le estuvieran esperando exclusivamente para darle una paliza, asi que terminó decidiendo ir porque al fin y al cabo el resultado sería el mismo tanto si iba como si no.

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Buenas gente¡¡¡

¿Qué os parece hasta ahora la historia ? me encantaria que pudierais dejarme algún comentario para tener una ligera idea de lo que pensais y ya de paso si me dejais vuestro voto seria de lo mejor. Muchas gracias por leer, me despido de vosotros y me voy jaja hasta la próxima¡¡¡