Unidos en la soledad

Capítulo XI: La chica sombra

Algo en Felix ha cambiado, vuelve a ser el chico intimidante que era antes. En cuanto me ve entra en cólera

-Qué cojones me has echo pedazo de mierda, como te atreves a tocarme- pronuncia a la vez que intenta avalanzar sobre mi pero yo lo evito. En ese mismo instante Flora que se encontraba a mi lado corre hasta Felix y posa sus manos en su rostro a la vez que lo mira fijamente a los ojos mientras dice: Felix Santalineer escuchame bien, atento al tono de mi voz ahora iras hasta tu casa harás todo lo que haces normalmente pero en cuanto tu cuerpo repose sobre las sabanas de tu cama caeras en un profundo en el que olvidaras todos los detalles de este día, no quedará nada solo vacío. Así lo he dicho y así será.
Me impresionó que Flora hiciera eso pero parecía qur habia surtido efecto por que al momento Felix se dio la vuelta y camino sin mirar atrás hasta que desapareció de mi vista en la lejaní, no quise parecer el sorprendido debido a todo lo que ha pasado hoy, pero la realidad es que no entiendo nada de todas formas me atrevo a decir muy tranquilo - no podemos dejar que se vaya le dirá a alguien lo que ha pasado

- enserio Pedro, ¿eres estúpido o qué? No has visto lo que le he dicho, no te preocupes no recordará nada

- solo quería asegurarme... - digo con cara de pena, Flora me da un abrazo que me reconforta y a la ves siento a mi madre que hace lo mismo pero está dice " oh mi niño cuanto tienes que aprender a partir de ahora" no quiero estropear el momento pero sabe que odio que me llame así.

***********

Una vez llegamos a casa de Cristina me encontraba demasiado cansado así que sin hacer preguntas fui hasta la habitación que me habían asignado. Caí rendido y de repente allí aparecí yo, de pie en la inmensidad de una playa de arena blanca y agua cristalina junto a la cual hay una pequeña cueva en la que puedo ver a la perfección la silueta de la "chica sombra" me acerco lo más rápido que puedo para intentar hablar con ella.  Cuando llego, observo que ya no está. De todas formas entro solo para cerciorarme de que no se encuentra dentro. Poco logró hacer, no soy capaz de ver nada , hay demasiada oscuridad pero cuando ya me había adentrado bastante en la gruta aparece frente a mi como una "sombra luminosa" al contrario que una sombra normal, su silueta mate brilla en la oscuridad.

Me atrevo a intentar acercarme aun mas a ella, debido a la curiosidad que me da, en cuanto lo hago todo su contorno empieza a brillar como si de un faro atrapado en la cueva se tratese pero de todas formas aunque toda ella brilla, su interior permanece ensombrecido. En cuanto cesa el brillo excesivo, noto como su cuerpo comienza a materializarse poco a poco ante mis ojos, estaba excitado por conocer quien se escondia tras la sombra, así que tartamudeando me atreví a preguntar -¿ co..cómo te llamas? ¿ quién eres?

- mi nombre es....Serenity- contestó enseguida, como si hubiera estado esperando esa pregunta toda su vida. Furon las únicas palabras que pude escuchar de su dulce voz porque justo cuando realmente su forma y rostro comenzaban a ser minimamente claros tuve la necesidad de tocar su rostro cosa que me fue imposible debido a que se esfumó como si una rafaga de viento la hubiera desintegrado arrastrando con él cada partícula de su ser. Grité repetidamente su nombre pero ya era demasiado tarde.

Empiezo a sentir mis pies humedos y me percató de que la marea a comenzado a subir y el mar esta adentrándose en la cueva en la que yo me encuentro, no tengo escapatoria, es un asco no haber aprendido a nadar a pesar de tener 18 años así que hago lo primero que se me viene a la cabeza me adentro todavía mas en la gruta y veo una roca a la que me subo para poder ganar tiempo, pero en cuanto mis dos pies tocan la roca el nivel del agua comienza a subir de forma acelerada como si la roca fuera un interruptor que abre las compuertas de una presa.

El agua sobrepasa mi ombligo, está fria. Se avalanza sobre mi una pequeña ola con la fuerza sufieciente como para tirarme de la roca en la que me encontraba, trago bastante agua pero a la vez pongo todas mis fuerzas en poder subirme de nuevo a mi pedastal pero en ese instante resbalo y parte de mi muslo es rasgado por la roca, dejo mi cuerpo mecerce sumergido en un mar que quiere obligarme a dormir eternamente.

parpadeo,  mis parpados se deslizan suavemente sobre mis ojos cerrandolos. Pero el movimiento se repite a la inversa, abriendolos de nuevo en la habitación de la casa de Cris.