Héroe (Jr & tú) ♥️

Capítulo 17

Jong subió a la motocicleta y condujo hasta la casa del Sr. Park.

Al llegar aparco en la entrada y se adentró en la casa.

—Hola Jong— saludo Kato.

—Hola Kato— saludo él— ¿Y el Sr. Park?

—Aquí estoy, Jong— respondió saliendo de su oficina. Le dirigió una mirada a Jong— ¿Por qué tus ojos están así?

— ¿Así cómo?

—Jong acompáñame— pidió. Jong asintió. El Sr. Park lo guio hasta el laboratorio—. Tómate esto— dijo al entregarle un vaso con un líquido de color morado oscuro.

— ¿Qué es esto?

—Es la forma menos dolorosa. Bébelo.

Jong se encogió de hombros e hizo caso. Al principio no sintió nada, pero después se mareo un poco. Por ultimo le dio un fuerte dolor de cabeza, apretó los dientes mientras el Sr. Park lo observaba atentamente.

— ¿Qué fue lo que me diste?— pregunto con tono de reproche.

—Una bebida que te sacara de tu trance de hipnotizado.

— ¿Trance de hipnotizado?— pregunto un poco más tranquilo, el dolor se estaba disipando poco a poco.

—Sí—respondió—, tus ojos lo dijeron todo.

— ¿Eh?

—Estaban totalmente oscuros, solo que el efecto era menor cuando llegaste— explico—. Eso fue bueno, ya que no te exaltaste o algo así.

— ¿Y quién me hizo eso?

— ¿Qué es lo último que recuerdas?

—No sé...Nada— dijo— solo que llegue al Instituto y hable con ______ y los demás.

—Lo más seguro es que vayas recordándolo durante el día— respondió—, pero lo que me tiene preocupado es lo que habrás hecho en ese estado.

—No lo sé— admitió mientras imaginaba muchas situaciones en las que se pudo ver implicado. Algunas eran descabelladas y otras posibles, aun así, le intrigaba saber lo que le obligaron a hacer—. Pero en fin— suspiro—, creo que lo mejor será que vaya a casa, solo vine por Kato.

—No creo que sea prudente que regreses a tu casa, pero eres un superhéroe y puedes cuidarte solo— musito el Sr. Park.

—Aunque medio torpe— intervino Kato entrando. Jong lo miro mal—, okey, muy torpe— dijo al fin.

—Cállate Kato— dijo serio.

— ¿Qué?— pregunto ofendido— Me disculpas, pero ayer te dieron una paliza.

Jong le dirigió nuevamente la mirada.

— ¿Adivina quién se quedara sin carne?— pregunto enarcando una ceja.

—Jong, era broma. Eres el mejor superhéroe— dijo Kato fingiendo arrepentimiento.

—Sé que no piensas eso— Jong le siguió el juego, sobreactuó sentirse ofendido.

—No seas exagerado— replico Kato—. ¿Ya nos vamos?

—Sí.

—Aunque aquí está mejor. Es más cómodo.

—Si quieres quédate— bromeo Jong.

— ¿Puedo?— pregunto ilusionado.

—Ándale, Kato— dijo fingiendo sentirse ofendido.

—Genial— festejo.

—Pero no me volverás a ver— advirtió.

—No importa— respondió Kato.

— ¿Seguro?— pregunto Jong—Ya no vas a tener mi compañía, ya no hablaremos, ya no te comprare carne— siguió él.

—No importa— insistió Kato.

—Bien— dijo Jong. Seguido camino a la puerta.

—Era broma, Jong— dijo inmediatamente Kato corriendo a él.

—Sabía que no podías soportar estar sin mí— dijo Jong con tono victorioso.

—No soportaría no molestarte— respondió Kato.

—Bueno, da igual— suspiro Jong.

—Es la forma en la que te digo que te quiero— dijo Kato.

—Bueno, todos tienen su forma de decirlo. —Jong se encogió de hombros—. Adiós Sr. Park.

—Ten cuidado, Jong, algo me da mala espina— advirtió el Sr. Park.

—Sí, a mí también— coincidió Jong.

—Jong, ¿me cargas?— le pregunto Kato.

—Está bien— bufo Jong. Se agacho y cargo al cachorrito— Sr. Park, ¿me puedo llevar la motocicleta?

—Sí, está bien. Es tuya, Jong. No sé ni porque no te la has llevado— respondió el Sr. Park.

—Okey, gracias—agradeció—. Nos vemos luego.

El Sr. Park asintió.

Jong salió de la casa con Kato cargando. Se subió a la motocicleta y coloco a Kato en su suéter, ya que era uno con zíper.

Hecho a andar la motocicleta y se dirigió a su casa. Durante el camino vio que un auto negro lo seguía de cerca.

—Kato— le hablo.

— ¿Qué?— pregunto el cachorrito desde adentro de su suéter.

—Creo que estoy paranoico.

— ¿Por qué?

—Ese auto nos está siguiendo— dijo mirando de reojo al auto.

—Entonces yo también estoy paranoico— contesto.

—Tendré que acelerar— le dijo. Por suerte Jong tenía su casco, así que si sucedía algún accidente o algo así, no se lastimaría mucho. Además, ¿de qué se preocupaba? Podía soportarlo, era un superhéroe—. Agárrate bien.

Jong acelero para perder al auto. Era difícil ya que ellos los seguían muy de cerca.

—No puedo perderlos, Kato— gruño.

—Yo me encargo— dijo Kato mientras asomaba la cabeza, se estiro un poco para poder ver al auto negro. Entrecerró los ojos y el láser de sus ojos salió disparado hasta el neumático derecho. El auto derrapo zigzagueando sobre el pavimento, solo quedaron marcadas unas rayas oscuras en el pavimento.

—Eso es Kato— dijo Jong sonriente. Acelero y pudo por fin dejar al auto atrás y olvidarse de eso.

Al llegar a su casa no encontró a nadie. Era normal, sus padres estaban en el restaurante y su hermana en la Universidad.

Entro a la casa y dejo a Kato en el patio, le sirvió comida y agua. Luego subió a su habitación. Estaba tan cansado que simplemente se dejó caer sobre la cama. Se quedó profundamente dormido.