Capitulo 36: Te Amo

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Me acomode en su pecho y él recostó su mejilla en mi cabeza, me sentía tan feliz de estar rodeada por sus brazos, sentía que ahí pertenecía. Su dulce aroma me embriago, enterré mi nariz en su pecho para poder sentir más su aroma. Podía sentir como las yemas de sus dedos acariciaban mi mejilla de manera suave y delicada.

MinHo: buenos días –murmuro de manera suave.
Tn: uum –decía media dormida- buenos días –lo mire, se mantenía sonriéndome con ternura.
MinHo: ¿dormiste bien?
Tn: si –lo abrace con fuerza- gracias por estar conmigo anoche
MinHo: jamás podría dejarte–beso mi frente- ¿tienes hambre?
Tn: un poco
MinHo: iré a preparar el desayuno. Dame un momento –se levanto.
Tn: yo te ayudo –me levante.
MinHo: no –me detuvo- serás una buena niña y te quedaras en cama. Te puedes resfriar si te levantas, así que quédate en cama yo traeré el desayuno.
Tn: bueno –dije rendida.

MinHo se había ido a la cocina mientras que yo me quede en la cama. Miraba la habitación, las paredes eran de color turquesa con lunares azules y negros en una de las paredes. Había una repisa con algunos libros y retratos con fotos, en otra parte la puerta del baño y a un costado una cajonera que estaba a unos metros de la chimenea. 

Tn: huele rico –sentí el olor de de pan tostado.

Al cabo de unos minutos MinHo entro a la habitación cargando una bandeja con un delicioso desayuno. Podía ver pan tostado, donas, café y algunas cosas para acompañar el pan, sin duda un desayuno como este jamás lo tuve.

MinHo: espero que te guste –dejo la bandeja sobre la cama.
Tn: la verdad es que me sorprendería si no me gustara. Todas tus otras comidas han sido muy pero muy ricas –sonreí.
MinHo: gracias

Un desayuno acompañado de alguien que quieres no se puede cambiar, cuantos años desayune sola en esa mesa tan grande, solo las paredes me acompañaban, solo ellas veían las lagrimas que caían de mis ojos, es como si ellas fueran las únicas que estuvieron en mi infancia. Mire a MinHo quien se encontraba comiendo una dona con cubierta de chocolate, dejando algo de chocolate en su labio superior, reí tras notarlo provocando que su rostro se mostrara confundido.

Tn: tienes chocolate –limpie con mi dedo pulgar los restos de chocolate. Sus labios siempre me llamaban la atención, tan perfectos, con un grosor adecuado. Me encontraba hipnotizada, sentía como cada vez me acercaba más y mas, no quería detenerme y tampoco lo haría. No podía pedir mejor momento que besar a MinHo, sin duda era una escapatoria de la realidad.
MinHo: eres lo mejor que me pudo pasar –susurro para luego seguir besándome.
Tn: ¿seguro? ¿A pesar de nuestras discusiones? –lo mire.
MinHo: tú eras la única que discutía, peleabas conmigo todo el tiempo –reclamo.
Tn: tú me contradecías
MinHo: bueno, era divertido verte enojada, te ponías roja –se rio.
Tn: y tu cuando te ponías nervioso –me defendí- tartamudeabas y solías chocar con las cosas
MinHo: sin embargo a ti te causaba gracia
Tn: me siento feliz de estar a tu lado –apoye mi cabeza en su hombro, el paso su brazo por alrededor de mi cintura.
MinHo: yo igual

El desayuno fue tranquilo, rico y divertido. Ambos nos dábamos comida, nos reíamos de como MinHo trataba de masticar cuando le había dado la mitad de la dona de una, si, el se reía de sí mismo. El desayuno había sido tan contundente que ninguno de los dos tenia más espacio en su estomago.

MinHo: ¿quieres ducharte?
Tn: ve tu primero -sonreí.
MinHo: bueno flojita –me beso.

Se levanto de la cama y fue a la cajonera, de esta saco una toalla, me miraba fijamente, pero esa mirada no era la de siempre, esta se veía pervertida.

Tn: ¿qué ocurre? -lo mire confundida.
MinHo: ¿no te gustaría que..? Olvídalo -negó con la cabeza y luego entro al baño. 

No podía creerlo, ¿es que acaso MinHo iba a pedirme entrar a la ducha con él? Si me lo imaginaba de un hombre junto a su pareja, pero de MinHo me resultaba extraño, las apariencias engañan.

Narra MinHo: 

La noche había sido un tanto rápida pero sin duda la mejor que tuve, tener a Tn en mis brazos me hacia querer jamás despertar. Visto que Tn se bañaría después yo entre a la ducha, había querido decirle algo pero era muy pronto y no quería asustarla con las estupideces que se me ocurrían de la nada. Deje que el agua sacara todas esas ideas de mi cerebro para poder estar más calmado. Mientras el agua corría por mi cuerpo lavaba mi pelo, algo de shampoo había entrado en mi ojo, trataba de lavar con agua pero aun así me ardía. De pronto sentí como una toalla pasaba por mi ojo de manera delicada, el ardor cada vez se desvanecía mas dejándome ver que Tn se encontraba frente a mí, ambos bajo la ducha con nuestros cuerpos juntos. Me regalo una sonrisa, yo estaba avergonzado, ella si sabía lo que le iba a pedir, era increíble que clase de persona soy. Sentí como me ponía rojo haciendo que Tn soltara una leve risa de esos hermosos labios, rodeo mi cuello con sus brazos poniéndose de puntas para poder quedar a mi altura. Cerré los ojos mientras me acercaba a ella para poder darle un dulce beso.  

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