Como Cenicienta (Louis Tomlinson)

-Capítulo 5-

-Chicos, estais locos si pensais que voy a decirle a Louis quien soy.-admití.

-¡Pero él te está buscando como un loco!-gritó Niall.

-Niall, baja la voz, sino se enterará toda la ciudad.

-Bueno, así se enteraría Louis-me dijo Liam.

-¿Sois mis mejores amigos o mis enemigos? Parece que no quereis verme feliz.

-Si queremos, por eso precisamente él debe saber. 

-No sé chicos...-puse cara de cachorrito.

-Está bien, vamos a dejar la presión por ahora.-les di una sonrisa-pero no te saldrás con la tuya, ___.

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-Mira Lou, te queremos ayudar, por eso hemos preguntado a algunas chicas que si han estado contigo en la fiesta...-dijo Zayn.

-Y estas son las que han dicho que sí-completó Harry. Al momento, un gran grupo de chicas empezó a gritar, y cuándo digo un gran grupo me refiero a medio instituto.-La primera candidata a Cenicienta, que pase. Se llama Tiffany, ¡le gusta mucho el rosa y los ponys!-Tiffany me saludó.

-Gracias por venir.-me dirigí a Zayn-os voy a matar.

-Siguiente aspirante. Se llama Rachel, le encantan los deportes y comer gominolas todo el día.-Continuaba Harry.

-Gracias por venir.-me volví a dirigir a Zayn, solo que más enfadado.-De verdad, yo os mato.

-Continuemos con-le interrumpí antes de que siguiera esta locura.

-¡Basta! Mira chica, eres muy guapa y estoy seguro de que te mereces un príncipe, pero yo no soy el tuyo, lo siento.

-Muchas gracias, Louis.-me dijo la chica, yéndose, al igual que todas las demás.

-¡Tomlinson! ¡Te acabas de cargar mi diversión!-me dijo Harry.

-Lástima. Anda, vámonos a tomar algo antes de que me de algo.

-Yo no puedo ir-me dijo Zayn-He quedado con Perrie.

-Yo tampoco puedo-dijo Harry-mi hermana vuelve a casa y tenemos reunión familiar.

-Aguafiestas-les dije.-está bien. Voy a ir a hablar con mi padre, que me ha mandado un mensaje. Pero luego iré yo.

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-Louis, hijo, ¿por qué hay papeles de otra universidad en tu habitación?-mierda, mi padre había visto los papeles de Princeton.

-Mmm... estoy considerando opciones.-le dije.

-No hay nada que consultar. Ya está todo decidido. Irás a donde estaba previsto y jugarás al fútbol.

-Pero papá...

-No hay peros que valgan. ¿No querrás destrozar tu sueño, no?

-Claro que no.

-Muy bien, pues ya está todo hablado. Adiós, Louis.-

Algo más tarde, en la cafetería...

-Vaya ____, hoy es tu día de suerte.-me decía Liam, mientras limpiaba unos platos.

-¿Me ha tocado la lotería?

-No, pero casi.-levanté una ceja-mira quién entra por la puerta.-me giré y casi me da un ataque al corazón. Ahí estaba él, tan guapo como siempre, sentándose en la barra. Liam me indicó que fuera a atenderle, y eso hice, por supuesto.

-Hola-le dije. Como no me contestó, seguí hablando yo.-¿Qué te pongo?

-¿Sabes lo que me molesta y odio?-me preguntó enfadado. Mal comienzo.

-¿Qué te pregunten lo que quieres?

-No-cogió la carta de pedidos-que me ordenen lo que quiero. Ponme un café.

Cogí una taza y le puse el café, estaba recién hecho.  Le puse azúcar, también.

-¿Tienes problemas?

-Sí, bueno, aunque a ti eso no te importa.-eso me dolió, y se me debió de notar en la cara, ya que intentó arreglarlo-no me refiero a que no te importe porque no te merezcas saberlo o algo así, sino porque mi vida no es importante para nadie. Sino, podría hacer lo que quisiese.

-Bueno, no creo que tu vida sea tan horrible comparada a trabajar en una cafetería.-le respondí yo.-Es como si estuvieses en segundo plano, en el banquillo.

-Eso mismo pienso yo.

-Como si vieras tu vida desde fuera, como si llevaras una máscara.-le dije. Esto claro, llevaba una indirecta, pero era muy difícil notarlo.

-Así es como me siento.

-Y tienes ganas de ir y decirle a esa persona: oye, soy yo, yo soy la persona que estás buscando.

-Sí, totalmente.-su mirada se centró en la mía y sentí que me perdía en sus preciosos ojos azules. Al mirarle, me di cuenta de que yo verdaderamente quería que él supiese que yo era Cenicienta, y no vi un momento más adecuado que este, ahora mismo.

-Louis, necesitas saber algo.-él me miró intrigado-yo soy...