Konoha (Extra)

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Así que, me arrodillé ante ella. Sabía que una testaruda tan fuerte como Tsunade no aceptaría así cómo así, pero, necesitaba hacerlo. Era un paso importante.

—Sakura-chan, ¿Qué estás haciendo?

—Por favor—le dije mirando al suelo—. Entréneme. Hágame su discípula.

—Ya vale, levántate, Sakura-ch-

No la dejé terminar. La interrumpí.

—¡Por favor!

—Levántate—y eso hice. Le hice caso. Me levanté para mirar a Tsunade. Su melena rubia para mí era despampanante, pero, lo que más admiraba de ella era ese rombo de la frente. Yo también lo quería, aunque sabía que retener chakra no es nada fácil.

Me miró a los ojos. Podía intimidarme. Eso también lo admiraba. Lo admiraba todo de ella.

—¿Por qué quieres ser mi discípula?

Y esa pregunta me chochó y no hice nada más que contestar con total sinceridad.

—B-Bueno... Sé que no seré tan buena como mis excompañeros. Pero, yo no pertenezco a ningún clan poderoso. Ni tengo un monstruo de colas dentro de mí—por supuesto que eso yo no lo sabía. Cosa que ahora que lo recuerdo: puede ser algo gracioso—. Pero: ¡prometo intentarlo y conseguirlo sin descanso! Quiero... poder defender a los míos. No volver a ser una molestia.

Miré a Tsunade. Ella sonrió con mucha fuerza. Tanto, que incluso logró reconfortarme.

—Está bien, Sakura-chan—acarició mi cabello como si fuese una niña pequeña. Pero de seguida su aura cambió—. Pero, ¡serán los peores entrenamientos de tu vida!

—¡S-S-Sí!—Me puse nerviosa.

Atenta, la miré.

—¿Cuándo empezamos? 

SMILE | SasuSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora