Capítulo 29- ¿No me recuerdas?

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Sakura POV's

—Puede que todos actúen con miedo porque piensen que puedo ser peligrosa—sigo hablando mientras mis dos amigos: Kiba y Shino me escuchan. Kakashi-sensei está más adelante caminando, pensando en algo que no puedo averiguar—. Y en verdad los entiendo. Hasta yo misma pienso que soy peligrosa.

—¿Has soltado a tu Kyuubi, Sakura-chan?—pregunta Kiba.

—No, no lo he hecho. Pero duele, ¿sabes? Siento que puedo morir en cualquier momento—al reír, Shino me mira de una forma bastante extraña—. Tranquilos, estoy exagerando, ¡por supuesto!—aunque no mucho: duele mucho. Lo suficiente como si fuese débil suicidarme. Y el dolor es indescriptible.

—Menos mal...—bufa Kiba en un intento de parecer gracioso. Y misión completa ya que Shiro y yo comenzamos a reír—. ¿Y ahora, vamos a por Sasuke y Naruto?

—Sí.

Al principio cuando les conté todo se opusieron. Kiba el que más pues estaba decidido a que él sería quién mataría a esos chicos. Pero cuando les conté todo: nuestro amor hacia ellos. Ese sentimiento tan grande que siente Hinata al ver al Uzumaki... Todo. Dejó de oponerse para estar de nuestro lado y apoyarnos. Es por eso que aquí estamos: mientras las flores de cerezo deciden soltarse y caer en el suelo decorándolo, nosotros caminamos hacia donde Hinata nos mandó un mensaje diciendo donde era.

No os voy a mentir: Estoy nerviosa. Cada vez que veo a Sasuke se marcha y esta vez estoy decidida a que no sea así. A que no se me escape de nuevo. Si hace falta lo ataré a mí. Pero no me puede hacer promesas para después no cumplirlas. Sí, quizás estoy enfadada.

Kakashi-sensei se acerca a nosotros para comenzar a hablar:

—Ya falta poco, descansemos.

—¿Ya?—me quejo—. Falta poco, ¿no? Pues vamos, quiero que se enteren por haberme abandonado de nuevo. Y por Hinata.

—Sakura...—contesta mi Sensei—. Vuelves a estar pálida así que prefiero que descansemos.

—¡No! Ya hemos descansado suficiente.

—Sakura-chan...—habla esta vez Kiba—. Tienes que descansar.

No hay manera. Con estos tres será difícil ganar la batalla ya que Shino parece estar a favor de su compañero de equipo, cosa que no le culpo. Akamaru ladra.

—Sí, Akamaru—le habla su amigo y dueño, diría yo—. Tú también está aquí, lo sabemos, lo sabemos. Tú también descansa, ¿vale?

—Vamos, tenemos que alimentarnos.

—¡Hai!

***

Una vez que todos están durmiendo cometo la estupidez (aunque para mí no lo es) de levantarme decidida. Puedo ver la guarida de la cual Hinata informó. De seguro necesitará mi ayuda. O al menos, espero que la necesite aunque sería mejor que no, ya que eso significaría que está perfectamente. Camino a cuclillas para que no me escuchen.

—Por favor, chicos—susurro casi para mí misma—, no os enfadéis.

"No me gusta cómo terminará esto."

—Nada malo pasará, Eiko.

Sigo mi camino hasta al fin llegar. No puedo ver nada. Ni siquiera una fogata que cuente que Hinata-chan está presente en el bosque. Lo único que veo es la entrada a una cueva la cual me dedico a cruzar con cautela. Está oscura y creo fiarme en las palabras de Eiko. Quizás esto nunca ha sido buena idea pero, ¿y qué? Ya va siendo hora de ser quién de verdad soy: Una chica intrépida y atrevida que no le teme a nada. Solo quiero estar junto a él. Que Eiko se deje controlar. Que este dolor deje de estar presente en mi interior. Quiero ser... como una flor de cerezo.

SMILE | SasuSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora