Capítulo 34- El pasado del clan Aika

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Veréis que este capítulo está narrado de forma diferente. Significa que Meiko está explicándole a Kakashi el pasado del clan Aika, es por ello. Saludos.

Capítulo 34- El pasado del clan Aika.

Verás, Kakashi. Hace muchos años una chica destinada a ser esplendida caminaba por un bosque. Los rayos de sol iluminaban su tez bastante pálida y sus ojos aguamarinas. Su cabello pelirosa no hacía nada más que revolotear al ritmo del viento. Estaba confusa, pero aun así, no se dejó llevar por el corazón, siguió a su propio cerebro. Estaba cautiva en la duda, sin saber qué camino tomar: ¿el izquierdo o el derecho? Todo se debatía en eso. Pero, al hacer que el viento incrementara, escuchó una voz. Una voz masculina.

—Eres tú, ¡Akisa Aika!

Akisa, la joven de la misma edad de Sakura, se escondió pues era bastante tímida. Sólo observó el rostro débil del muchacho que se encontraba tirado en el suelo. Al comprobar que no era una trampa, corrió hacía él.

—Por favor...—le susurró el chico mientras las hojas de los árboles iban cayendo—, ayúdeme My Lady.

Akisa había nacido en un panorama distinto al que nacimos nosotros: ella no había tenido amor en su vida, aunque sabía muy bien qué era y moría de ganas por experimentarlo. Normalmente, alguien en su misma piel hubiese dejado a aquel ninja allí, abandonado. Pero Akisa fue distinta: lo escondió tras los arbustos donde podía estar a salvo.

—¿Qui-Quién eres?—soltó Akisa con su timidez.

—M-Mi nombre es Yameto, ANBU de Ko...noha—habló con dificultad.

Sus heridas no eran graves, sin duda. Pero había algo en Akisa... algo extraño.

—¿Eres...de mi aldea?—interrogó—. ¿Por qué estás por aquí? ¿Te persigue alguien?

Antes de contestar, el ninja cerró los ojos cayendo en un profundo sueño. Cosa que hizo pensar a Akisa, sabía que no podía llevárselo a la mansión Aika, pues está prohibido el contacto exterior, por lo que sabrían que habría estado caminando por ahí, pero era mucho de lo que pensar. ¡Trataba de una vida!

El miedo ganó.

—Discúlpame, Yameto—lo miró. Miró las pestañas de Yameto, comprobó que eran bastantes largas, y le gustó. Le gustó esa sensación de calidez que produjo en Akisa—p-pero... he de marcharme. Lo seguiré cuidando, si no le importa.

Akisa hizo una reverencia y se fue. Al llegar a su casa, le esperó su padre: otro señor de cabellos rosas y ojos azules, igual que ella.

—¿Dónde has estado, Akisa?—le preguntó aún con el sake entre sus manos. Estaba borracho y era algo en lo que Akisa no tardó en percatarse, por Kami-sama, ¡estaba rojo!

—E...Etto....

—¡No me lo digas! ¿Has salido, verdad?—se acercó a ella elevando su mano. De nuevo iba a pegarle—. ¿No sabes lo que significa que una Aika esté por ahí fuera, verdad? ¡Nosotros somos los Aika, una de las esperanzas de Konoha! ¡No puedes exponerte como si nada, siendo tan débil como ya lo eres, Akisa! ¡Sólo eres una molestia! ¡Una simple molestia!

Y, Akisa a punto de recibir el golpe, cerró sus ojos como si eso no fuese a doler, como si fuese la única esperanza que tenía. Esperó el golpe, pero no lo recibió. Al abrir los ojos observó un gran acto de valentía: Yameto estaba ahí, aún con heridas, seguía ahí. Sujetando la mano del padre de Akisa. Le suponía un gran esfuerzo, pero por sorpresa ganó.

—¿Quién eres?

—¡Soy Yameto, un ANBU reconocido en Konoha con una misión de rango S pendiente!

SMILE | SasuSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora