Capítulo 10- ¿Te vas?

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Narradora POV's


Los pocos habitantes que hoy están en Konoha se encuentran abatidos, mientras que Tsunade, que es la única que se encuentra de pie, suspirando por algo de aire, mira al rubio quien ya parece haber vuelto a la "normalidad".

—Has progresado mucho, Naruto—habla la rubia—. Qué pena que seas un traidor.

—Todo fue gracias a-

Pero un murmuro lo suficiente alto para escucharlo interrumpe la charla entre ambos rubios.

—Sasuke—habla la Haruno, y por extraño que parezca: es Tsunade quien teme que algo malo suceda, así que, sale corriendo siendo seguida por el rubio.

Una vez que ambos visualizan la escena se quedan perplejos. Sasuka no tiene heridas exteriores pero sí que se puede notar unas pocas gotas de sangre caer de su boca, además de que está internamente destrozada. Mientras Sasuke... Bueno, los agujeros en su cuerpo lo dicen todo, ¿no?

—¡S-Sasuke-kun!—Grita el amigo de este, corriendo hacia él y arrodillándose.

—¡Bien!—Motiva Tsunade—. No te preocupes Sakura.

***

En una habitación de la casa de Tsunade se encuentran cuatro sujetos: Naruto, Sakura, Sasuke y ella. Los demás heridos de Konoha están en el hospital.

—Solo os ayudaré esta vez—advierte la rubia anciana—, por los viejos tiempos. Pero sobretodo, por Sakura.

—¿Puedes curarlos?

—¡Por supuesto que puedo!—Y una vez dicho eso, Tsunade se acerca a los heridos para concentrar chakra en sus manos. Las dirige hacia las heridas de Sasuke, ya que parece que es él el que necesita más ayuda. Después, como es obvio, las cura en cuestiones de minutos concentrando mucha energía en él. Demasiada, quizás.

—¡Sasuke-kun!—Se alegra el rubio al ver a su amigo bien, aunque sigue siendo pálido.

—¿Q-Qué ha pasado?—Habla desconcertado—. ¡¿Sakura-chan?—Gira todo su rostro de derecha a izquierda hasta al fin encontrar a Sakura, acostada a su lado—. ¿Qué le ha pasado? Pensé que estaba bien...

—Eiko le atacó—explica Tsunade, suspirando por el cansancio. Necesita energía y por lo que se ve, Sakura es lo suficiente fuerte para esperar.

—¿Quién es Eiko?—Pregunta el pelinegro aunque, Naruto tiene mucha más curiosidad que él.

—El monstruo de Once colas.

—¿Hay algo más que no sepamos, Tsunade?—Habla Naruto.

—Posiblemente. Pero si es así, no creo que os incumba en ninguno de los aspectos. Las cosas de Sakura le pertenecen a ella.

—Con mis debidos respetos, Anciana—prosigue Uzumaki—, pero creo que podríamos ayudarla más que vosotros.

—¡¿Te crees que no he pensado en ello?!—Responde la rubia, intentando mantener la calma. Pero es imposible—. He pensado en todo—murmura—, pero... Nada. A pesar de que Sakura nos tiene a todos, no tiene a nadie. Se puso una muralla: La sonrisa. Desde que comenzó a sonreír jamás pudimos saber si realmente se sentía triste.

—Yo lo sé—habla Sasuke, impresionando a todos—. Incluso un gilipollas se daría cuenta.

—No, Sasuke. Nunca fue fácil. Siempre estaba entrenando y nunca tenía tiempo para ella. Eso hacía más difícil saber algo. Incluso Ino o Hin-

SMILE | SasuSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora