SMILE | SasuSaku

Capítulo 24- La guerra por Eiko ha comenzado

Capítulo 24- La guerra por Eiko ha comenzado

Hinata POV's

—¿N-Nos veremos pronto?—Pregunto inquieta. Sé que debo de trabajar esto de mi timidez pero no es tan fácil como parece.

Naruto-kun me mira. Otra vez ese rostro que parece tener...sin vida.

—Siempre te estaré viendo—contesta—. En mis sueños, por supuesto.

Y después de eso se miran y se marchan despidiéndose con la mano.

Y... una extraña sensación invade todo mi cuerpo. Esa preocupación que te da a veces cuando crees y temes que nunca lo volverás a ver. Y es lo que temo: sus palabras.

En cuanto se marchan, entra Kakashi-sensei por la puerta.

—Hola, Hinata—habla mirando la habitación. Entre sus manos contiene un libro color rosa—. ¿Has visto a Meiko?

—No—contesto—. Sé que ella y Sakura-chan están juntas hablando. ¿Quiere que le acompañe?

Kakashi me mira indiferente. O eso creo ya que su rostro es algo inexpresivo.

—Sí, por supuesto.

Y ambos salimos de la habitación.

—¿Algo nuevo?

—Naruto-kun y Sasuke-kun se han marchado—digo. Sé que en él se puede confiar, además, no es que sea un secreto. ¿Verdad?

—Se veía venir.

—¿Cuánto es lo que sabe, Kakashi-sensei?

—No lo sé todo...—murmura en un tono bajo—, pero sé bastante.

—¿A qué se refería Naruto-kun cuando dijo que es su destino?

—Quién sabe...—murmura. Aunque, como bien ya dije, hay cosas que puedo saber: sí lo sabe.

Caminamos más pero, escuchamos gritos de Sakura-chan. Pensamos que puede ser atacada así que, ambos comenzamos a correr para proteger a nuestra amiga.

Sakura POV's

Estoy rodeada por muchas "personas". O mejor dicho: muertos vivientes. Y por lo que veo, no creo que desaparezcan con un único golpe.

De momento puedo mantenerme en sí a pesar de que, usando el chakra de Eiko, duele. Duele mucho. Muchísimo. Siento todo mi cuerpo punzante y por cada movimiento que doy es como si clavaran algo en mi interior.

—Puedes rendirte ya...

—¡NO!

Otra vez hago el mismo movimiento y golpeo con fuerza el suelo mientras once tentáculos salen de mi interior para clavárselos a cualquier miembro de la familia Aika que se acerca a mí. No los mata pero sí les debilita, y eso es lo que pretendo. No dejo de golpear todo lo que veo con fuerza hasta que me abro paso a Meiko.

—Y finalmente, maté a todo el que quedaba. Eso incluía a mamá y a sus mejores amigos: los Haruno.

Y al escucharla las venas se hinchan por completo para darle un fuerte golpe. Los once tentáculos se clavan en ella y eso hace que saque sangre por su boca.

Pero la sonrisa no desaparece de su rostro.

—Aún no has terminado con los miembros—habla con dificultades mientras noto como una mano traspasa mi cuerpo.