12. Helado

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- ¿Recuerdas cuando tu padre estaba contando esa historia tan graciosa sobre tatuarse para ir a un concierto? -Le preguntó ChanYeol a BaekHyun cuando salieron de la casa después de la cena-. ¿Y cómo se horrorizaron los padres de tu madre?

BaekHyun gimió.

-Ah, ya escuché mil veces esa historia. Es una especie de anécdota de cabecera, que tiene reservada para mis amigos.

-Bueno, yo tengo un tatuaje -confesó ChanYeol.

- ¡Mentira! ¿De qué?

El alto asintió.

-Es un oso. Seguro que no te gustará. No dije nada durante la cena porque pensé que a tus padres no les agradaría; como si hubiera estado bien para tu padre, pero no para mí. De todas maneras, supongo que no interesa la opinión que tengan de mí.

-No, creo que no -respondió el pequeño-. En realidad, papá pensaría que eres mucho mejor de lo que ya te cree, si es posible. -BaekHyun se detuvo junto a una camioneta vieja y destartalada. - ¿Alguna vez vas a venir con el mismo auto? Tengo la sensación de salir con un vendedor de autos de segunda mano. -En cuanto lo dijo, sintió que las mejillas le hervían. Suerte que ya era de noche. -Supongo que es un comentario tonto, porque ya no vendrás más por aquí.

"Y en realidad no salimos. Nunca hemos salido como novios."

Se sentía un poco confundido respecto de la relación que tenían. ¿Todo habría sido una farsa, o habría habido parte de realidad? Ahora que la apuesta había terminado, ¿volverían a encontrarse en alguna reunión social?

-Bueno, te veré en la escuela -dijo ChanYeol-. Como siempre.

-Sí.

-Bueno... cuídate. -el menor subió al vehículo y encendió el motor.

-Claro. Tú también -le dijo el pequeño-. No comas tantos brotes de soja.

Se quedó observando las luces traseras de la camioneta, que se perdían por el camino hasta que por fin dobló en la esquina. Así eran las cosas. Park ChanYeol acababa de borrarse de su vida. Eso era lo que él quería, lo que había esperado desde la primera cita.

"¿Entonces por qué me siento tan deprimido?", se preguntaba.

Estaba a punto de entrar en la casa, cuando reapareció la camioneta y ChanYeol tocó la bocina.

- ¡Eh, BaekHyun! -gritó mientras se detenía.

- ¿Olvidaste algo? -preguntó el pequeño.

-Sí. Olvidé la promesa del helado con frutas y baño de chocolate caliente. ¿Quieres acompañarme a Sandy's?

El mayor esbozó una sonrisa de oreja a oreja.

-Me encantaría. ¡Voy por mi chaqueta!

.

-Cuando volviste a buscarme esta noche, recordé cómo te fuiste en la camioneta de remolque aquel día de lluvia -le dijo BaekHyun diez minutos después, sentados a una mesa de Sandy's.

-Y esta noche, cuando volví, te pusiste tan contento como ese día, ¿verdad? -bromeó él, mientras enterraba la cuchara en su gigante copa de helado de menta granizado con baño de chocolate caliente.

-No. En realidad enloquecí de alegría. Aquella noche me salvaste de un desastre mayúsculo con mis padres, y hoy, de lavar la vajilla. Tienes un excelente sentido de la oportunidad. -Bebió un sorbo de agua y lo miró.

- ¿En serio? Creí que preferías hacer cualquier cosa menos salir conmigo.

-Al principio no nos conocíamos -repuso el-. Pero después de los tediosos encuentros sociales por los que hemos pasado, creo que estamos aptos para enfrentar lo que sea.

El dia que me encontre con elDonde viven las historias. Descúbrelo ahora