- ¿Dónde está la camioneta? -Preguntó BaekHyun mientras subía a una furgoneta pequeña, color verde-. No sé si podré sentarme en un asiento tan limpio. ¿De quién es?
-Disculpa. Es de tía Margaret. Detesto conducir este vehículo tanto como tú la camioneta de remolque -dijo ChanYeol.
- ¿Es posible? -bromeó el pequeño.
-Hablo en serio. Odio las furgonetas pequeñas -reconoció él-. En este mismo momento juro solemnemente que jamás me compraré una, que jamás seré amigo de alguien que tenga una y que jamás...
-Espera un momento. ¿Quieres decir que si mi auto usado resulta ser una furgoneta pequeña vas a abandonarme?
-Sin lugar a dudas. Pasarías a la historia.
BaekHyun sonrió. Una semana atrás se habría emocionado ante semejante noticia: si de ChanYeol quieres librarte, una furgoneta debes comprarte. Ahora sólo le resultaba divertido. Sabía que tendría que estar furioso con él, por haberse comportado como un sabelotodo en el garaje de la escuela, pero ahora le parecía insignificante. Había decidido sacarle el jugo a esa tarde, mientras estuviera en su compañía. No bien lo dejara de regreso en su casa por la noche, el pacto habría llegado a su fin de forma oficial.
-Tienes tus principios, ¿no? Prohibida la música de esta década, prohibidas las furgonetas pequeñas...
-Tengo principios que ni siquiera imaginas. ¿Y tú? ¿Tienes reglas propias para vivir?
BaekHyun tamborileó con los dedos sobre los apoya brazos del asiento.
-No estoy seguro de poder enumerarlas todas. Tengo tantas.
-Inténtalo. Nombra las diez más importantes.
Pasaban ante una cancha de golf. El mayor observó a una mujer que intentaba rescatar su pelota de un hoyo de arena situado junto al camino.
-Cómo has mencionado la comida, la música y los autos, respetaré ese orden. Número uno: prohibidos los emparedados de salchicha con tofu...
-Ah, vamos... son exquisitos. ¿Alguna vez has probado uno?
-Mi madre está en plena revolución alimentaría, y vive machacándote con eso de que debes comer sano para vivir mejor. Para tu información, me lo tuve que tragar la semana pasada. -Hizo una mueca. -Todavía estoy tratando de recuperarme. Segundo: nunca escucho música folclórica. Y tercero... Bueno, estaba por decir prohibidos los vehículos grandes, más grandes que mi cuarto, pero creo que tendré que atenerme a la cláusula que prohíbe las furgonetas pequeñas.
- ¡Eso me agrada! Felicitaciones, mí afortunado participante. Te has ganado un viaje con todos los gastos pagos a...
- ¡Alaska! -lo interrumpió BaekHyun con una sonrisa.
ChanYeol se volvió hacia él.
-No me causa ninguna gracia, ¿sabes?
-Bueno, tranquilízate. Después de esta tarde, lograrás evadirte de ese compromiso. Dime la verdad, ¿te gustaría conocer Alaska algún día? Debe de ser hermoso -comentó BaekHyun.
-Tengo una idea excelente. Ve tú con tía Margaret. ¿Por qué no se me habrá ocurrido antes? Sería la solución perfecta.
-ChanYeol, deja de soñar, ¿quieres? Ya tengo planes para las vacaciones de verano. Y apenas conozco a tu tía.
-Ya la conocerás después del asado de hoy. Sabrás todo sobre ella... y sobre su colección de muñecas. -Estacionó en la entrada de la casa de Margaret.
-Esto me resulta familiar -dijo el pequeño mientras bajaba de la furgoneta.
-Ah- ¿BaekHyun? -ChanYeol se quedó junto a la furgoneta, mientras el muchacho ya se encaminaba hacia la casa. -Hay algo que quiero que... bueno, ya sabes... que corra por tu cuenta.
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El dia que me encontre con el
FanficChanYeol era tan rudo y arrogante... No quería volver a verlo jamás Aprovechando que sus padres se habían ido de viaje, Byun BaekHyun sacó el auto de su padre sin permiso. La escapada le costó cara, ya que a las pocas cuadras chocó contra un cartel...