5.Ningun Rasguño

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A las cinco de la tarde del domingo, BaekHyun caminaba por la cocina como un león enjaulado, rogando que ChanYeol apareciera con Poroto antes de que llegaran sus padres. De repente sonó el timbre.
- ¡Por fin! -gritó, y salió corriendo a abrir la puerta.
ChanYeol estaba parado en el umbral.
-Eh... hola. ¿Cómo marcha todo? -preguntó casi tartamudeando, como si estuviera nervioso. Sin contestarle ni media palabra, BaekHyun lo corrió de un empujón y se encaminó directamente hacia la entrada de la casa, para poder mirar el auto.
-Permiso, ¿no? -dijo ChanYeol, que trataba de mantener el equilibrio después del empujón.
-Discúlpame -dijo el mayor-, pero estoy nervioso. ¿Comprendes? -Se encaminó hacia la entrada de la casa y se agachó frente a Poroto, para examinar la parte delantera desde todos los ángulos posibles. Se sentía como uno de esos jugadores de golf que había mirado durante su aburrido maratón televisivo del sábado por la tarde: a punto de dar un golpe suave a la pelota para logar el hoyo dieciocho.
- ¿Y bien? -el gigante, que había seguido cada uno de sus pasos, se apoyó contra la puerta del conductor. - ¿Está bien?
- ¿Si está bien? ¡Es increíble! -exclamó el mayor mientras daba un fugaz abrazo a su salvador. Se sorprendió de lo mucho que le agradó la sensación.
"¿Pero qué rayos está sucediendo conmigo? -se preguntó-. ¿De veras he abrazado a Park ChanYeol... y me gustó?"
-No tienes que sorprenderte tanto -dijo el menor-. Te prometí arreglarlo.
-Sé que me lo prometiste, pero no estaba seguro de que lo lograras -admitió BaekHyun.
-Sí, cierto. Mi padre sólo contrata empleados incompetentes para su taller -replico el de rizos-. Trata de arruinar su empresa.
-Bueno, no fue mi intención decir eso -se disculpó BaekHyun.
-Pero lo insinuaste -replicó él-. Además de ser muy habilidoso para reparar autos, tengo un oído muy sensible a las voces de desconfianza de la gente.
-Mira, lo que quise decir fue que, en mi opinión, Poroto quedaría arruinado para siempre. ¿Crees que tengo alguna idea de chapa del automotor?
-Bueno, al menos sé que no tienes idea de cómo se debe conducir correctamente -contestó ChanYeol con sorna.
BaekHyun cruzó los brazos sobre el pecho y suspiró con fuerza.
-Creo que mis habilidades de conductor ya habían sido criticadas ayer.
-Tienes razón -respondió él-. Discúlpame.
El mayor observó el overol y la remera de estridentes colores, estaba teñida con una técnica especial para que la pintura tomara en forma despareja. Llevaba zapatillas de caña baja, violetas. Ese tipo desconocía por completo los dictados de la moda.
-Bueno, gracias por haber hecho un trabajo excelente. Supongo que te veré en la escuela.
-Sí, claro -contestó él-. Y el próximo sábado. No lo olvides.
-No, no lo he olvidado. -BaekHyun miró el cabello de ChanYeol, sus bonitos rizos color caramelo, parecían suaves, y las cinco o seis pulseras de soga que llevaba en la muñeca. - ¿Estás seguro de que no prefieres que te pague en efectivo? -preguntó-. Me refiero a que, si bien no tengo una fortuna para darte, tal vez podamos programar un plan de pago...
-No. Absolutamente no -contestó ChanYeol, y se irguió-. Una salida será pago más que suficiente. Así me ayudarás mucho más de lo que crees.
El pequeño se encogió de hombros
-De acuerdo. Como quieras. -Aunque jamás habría aceptado salir con ese gigante en circunstancias normales, ¿qué daño podría hacerle una sola tarde?
-Me iré en cualquiera momento. Mi primo Kris pasará a buscarme. Puedo esperar aquí afuera -dijo ChanYeol.
-Es una estupidez. ¿Por qué no entras en la casa? Mis padres regresarán dentro de un par de horas -lo invitó el mayor.
ChanYeol arqueó las cejas; ambos intercambiaron miradas de incomodidad. Aun así, aceptó la invitación. Entraron y él tomó dos vasos de la alacena. Estaba por servir una gaseosa dietética cuando ChanYeol le advirtió:
-Yo prefiero agua, por favor.
- ¿Seguro que no quieres otra cosa? -Preguntó el mayor-. Puedo ofrecerte jugo, cerveza sin alcohol...
-Agua está bien, gracias -insistió el gigante, con cierta timidez. Que por alguna razón encontró adorable, estas mal BaekHyun, pensó.
El más bajo se le acercó y le entregó el vaso vacío. Si ese detalle se interpretaba como un adelanto de la salida del sábado, evidentemente sería una tarde interminable.
-Si quieres agua, allí tienes la canilla. -la señaló. -Sírvete.
De repente estalló el ruido de una bocina estrepitosa que venía del exterior de la casa. BaekHyun se sobresaltó, por la intensidad del bocinazo.
-Debe de ser Kris -dijo ChanYeol.
BaekHyun asintió.
"Por supuesto. La vulgaridad es un gen característico de toda la familia"
Se dirigió a la puerta principal y la abrió.
-Gracias por haberme traído el auto.
ChanYeol le devolvió el vaso vacío.
-De nada. Y gracias por haber aceptado acompañarme el próximo sábado.
-Oye. Eso quería preguntarte. ¿Cuáles son exactamente los...?
- ¡Hola! -Un chico que parecía menor de lo que en realidad era se asomó por la ventanilla de un auto rojo bastante destartalado y saludó a BaekHyun con la mano. -De modo que eres el chico que sale con ChanYeol, ¿eh?
- ¿Que sale con ChanYeol? -preguntó BaekHyun.
ChanYeol carraspeó.
-Bueno, eh... cuídate. -Apretó el brazo del pequeño y fue al trote hasta el auto de Kris.
-Sí -dijo Kris-. Me ha hablado sobre ti. Nos veremos el próximo fin de semana, ¿correcto?
-Correcto -confirmó el pequeño delineado-. El próximo fin de semana.
Mientras Kris daba marcha atrás con el auto, ChanYeol saludaba agitando la mano en el aire. BaekHyun le correspondió el saludo mientras se preguntaba qué habría querido decir Kris. ¿El chico que "sale" con ChanYeol? Una sola salida juntos no implicaba que "salían" en el sentido romántico de la palabra, en especial, cuando ni siquiera se conocían. Pero, ¿cómo sería salir con él en serio?
ChanYeol era un tipo agradable. Aunque, en ocasiones, muy aburrido también. Aunque su sonrisa era bonita y contagiosa.
Una sola salida, se recordó mientras llevaba a Poroto al garaje, de donde no debió haberse movido en todo el fin de semana. Frotó la parte central del paragolpes delantero. Más suave, imposible. Nadie se enteraría de que había estado seriamente abollado.
No sabía cómo actuaría ese gigante en la salida del sábado, pero por cierto era excelente como chapista. BaekHyun estaba sorprendido por lo profesional que lucía el trabajo. ChanYeol había cumplido con su parte del trato; ahora era el turno de él.

El dia que me encontre con elDonde viven las historias. Descúbrelo ahora