No quiero perlas de mar,
ni perfumes del Oriente,
sólo tu amor
y que perdure eternamente.
poema 92
No quiero perlas de mar,
ni perfumes del Oriente,
sólo tu amor
y que perdure eternamente.
No quiero perlas de mar,
ni perfumes del Oriente,
sólo tu amor
y que perdure eternamente.