Si yo no te gusto,
dimelo sin verguenza,
que me ahorraras el tenerte,
siempre rondando por mi cabeza.
poema 4
Si yo no te gusto,
dimelo sin verguenza,
que me ahorraras el tenerte,
siempre rondando por mi cabeza.
Si yo no te gusto,
dimelo sin verguenza,
que me ahorraras el tenerte,
siempre rondando por mi cabeza.