(Por: Axel)
—¿Abigail Lester?
—No lo sé. Abigail. Es bajita y es todo lo que puedo decir sobre ella. No hay nada muy resaltante sobre su cara o su cuerpo.
Justo cuando terminé de decir eso, se me apareció en la cabeza la mirada asesina que me había lanzado esa mañana. Sin embargo, no estaba seguro de que eso contara para que Franco pudiera ayudarme.
—Tiene que ser ella, no hay otra Abigail en nuestro grado. Había una en primer año pero se pasó a Delossi y se volvió porrista.
—Me sonaba su cara...¿tal vez la tengo en una clase?
Franco alzó la mirada de su cubo de rubik y me preparé para las malas noticias. Cuando algo lograba desviar su atención así, es que era importante.
—Es un hueso duro de roer —sentenció—. Estás oficialmente jodido.
—¿De qué estás hablando?
—Abigail Lester es probablemente la chica más inteligente de nuestro año. No es la primera de la clase solo porque José Manuel y Diego la superan con Educación Física y Arte, pero tendrías que haberla visto en los debates o las exposiciones de clase. El día que saque algo menos que un noventa, será el fin del mundo.
—¿Y qué? Seguro que nunca ha tenido un novio en su vida.
Franco me echó una mirada enfadada.
—Está bien, eso no fue amable —admití—. Lo siento.
—Ella también fue la chica que hizo que el director modificara la política de vestimenta —me informó—. No cambiará de opinión, así que es una terrible noticia para tus fans.
—¿Tu consejo es que me quede soltero hasta fin de año? El chantaje es una cosa terrible. Ella podría empezar a exigir más cosas o contarlo de todos modos a fin de año.
—No lo creo —reflexionó mi mejor amigo—. Tendrá que decir por qué lo ocultó, y además no es una chantajista normal, la mayor parte del tiempo es una buena persona.
—Deberías haberla visto en la mañana —rebatí—. Creo que me hubiera matado allí mismo si no le hubiera preocupado que mi sangre arruinara algún libro.
—En realidad, tengo una teoría de por qué.
Luego, volvió a su cubo de rubik.
—¿Y me la vas a decir en algún momento de este año?
—Ella es la mejor amiga de Alessandra Rivadeneyra —señaló Franco.
Oh. Mierda.
—Estoy jodido —concluí sin esperanzas.
—Te dije que Fiorella estaba mintiendo —me recordó Franco encogiéndose de hombros—, pero ya está hecho. Después de que Alessandra te mandó a la mierda, Abigail debe odiar cada uno de tus huesos. Las chicas son muy posesivas con sus mejores amigas.
Iba a comentar que todos somos un poco posesivos cuando se trata de las personas que nos importan, pero no era el momento de ponernos filosóficos.
—Bueno, no hay problema, es una excusa para descansar estos últimos meses. Necesito ponerme al día con todo si quiero llegar a la universidad.
Eso es. Hay que mirar el lado positivo.
—Estás literalmente al borde del cuadro de honor —se quejó Franco.
Los diez primeros alumnos entraban al cuadro de honor y yo era el número once. Lo suficientemente bien para que los profesores no me persiguieran, pero justo en el límite para no ser confundido con un cerebrito. No podía hacer eso con mi reputación.
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PROHIBIDO tener citas
Teen FictionAbigail está cansada de que cada semana haya una nueva chica llorando porque Axel Cruz le rompió el corazón. Las cosas cambian un día en que la vida le da la oportunidad perfecta para vengarse. A cambio de que ella no revele su secreto, Axel tien...