The One

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-¿Dónde estoy? ¿Por qué estoy despierta?- Decía levantándome en aquel hediondo lugar.

Me levanté con la cabeza matándome... Mis extremidades me dolían, como si estuviese enferma, pero aún estaba viva.

Recobré un poco la conciencia luego de ese duro golpe que talvez me di, y una vez habiendo abierto los ojos en su totalidad, pude ver varios zombies a mi alrededor comer cadáveres de personas sin hacerme caso.

Me asusté, me alejé de ellos pensando que me iban a atacar, más sin embargo con mis movimientos bruscos y mi pequeño grito, no hicieron nada, continuaron comiéndose a esa persona.

Era extraño, no me hacían nada, ni siquiera se molestaban en mirarme, como si de un fantasma se tratase, pero no me detuve a analizar la situación, eran zombies, malvados y dañinos y tarde o temprano me iban a atrapar si permanecía allí, por lo cual intenté trotar hacia la salida del teatro.

Cuando intenté correr un poco me caí, me golpeé muy fuerte, más sin embargo no sentí dolor alguno, fue extraño, parecía estar drogada, dormida o conmocionada por las situaciones, no lo sabía, pero debía salir de ahí a como de lugar.

Caminé lentamente con mucho dolor en mis extremidades, viendo una luz blanca resplandeciente al final del teatro, la salida estaba abierta, y tenía que alcanzarla.

A medida que caminaba, un olor a hierro y sangre se volvía cada vez más espeso, y podría resultar incómodo para todo el mundo, incluso para mí, más sin embargo me gustaba, era dulce, como un perfume del cual quieres oler siempre.

Ya en el Lobby, vi a muchísimos zombies apilados a las orillas de la edificación, con sus extremidades amputadas y puestos unos encima de los otros de manera tal que era imposible que se pudiesen mover, pro aún gritaban y gruñían, todos en el suelo, pero sus corazones vivos ya no latían más.

Al salir, la luz del sol me cegó prácticamente hasta que mis ojos se acostumbraron a ella, parecía que duré demasiado tiempo dormida.

Miré al sol, preguntándome a mí misma ''¿Cuando llegaría mi hora?'', No entendía por qué y cómo seguía viva durante todo este tiempo y siendo tan descuidada...

Tenía hambre, mucha hambre, tanta que mis tripas se comían entre sí para calmar la sensación de hambre más sin embargo, generaban muchísimo dolor. ¿Qué es lo que voy a comer?, hasta que no consiga algo, de seguro no podré dormir.

Caminaba y caminaba por la calle principal viendo muerte en todos sitios, como si no fuese eso normal en ese momento.

Mientras caminaba sin rumbo alguno, esperando encontrar un lugar donde descansar sin estar cansada y así pensar en lo que había pasado, escuché a una señora gritar por ayuda con todo su corazón.

Cuando miré al sitio donde esta estaba me detuve un momento pensando poder ayudarla hasta que la vi correr por un callejón corriendo de algunos 3 zombies. Al salir del callejón esta se calló gracias a un cadáver que estaba en el suelo, en ese momento, los zombies se le abalanzaron encima y empezaron a comérsela viva.

Esta gritaba por ayuda a la vez que gritaba de dolor mientras que los zombies se encargaban de dejarla en los huesos, disfrutaban cada uno de sus gritos.

Esos gritos, me recordaron mucho al joven que había muerto dentro del asentamiento en el que estaba, el cual estaba herido, muy parecidos aunque sean provenientes de sexos diferentes y con tonos de voz diferentes, era exactamente igual, sonando con la misma tonada, música para mis oídos muertos...

Seguí caminando viendo una y otra vez la misma escena, gente muriendo, gente muerta, muertos vivos, sangre por todos lados, empezaba a acostumbrarme a ver esa belleza.

Not Ready To DieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora