Instagram (Blas Cantó)

Capítulo 23

Blas nos guió hasta él comedor de su piso. Aunque en realidad las formalidades como estas sobraban entre nosotros. Todos conocemos la casa de todos como si fuese la nuestra propia. Supongo que son las ventajas de pasar tanto tiempo juntos.

-Tardara mucho la comida? - abrí por primera vez la boca desde que llegamos a casa del ojazos.

-Caray rubio, donde van tus modales?- pregunto una voz femenina detrás de mi.

Todos empezaron a silbar. Supongo que Vane (porque no tenia la menor duda de que era ella) estaría guapa o que tendría algo llamativo. Estos nunca se ponían a silbar si no había motivos, y de peso!

-Él hambre me hace perderlos, no es nada nuevo tampoco no?

Y me gire para ver su cara cuando me respondiese. Grave error rubiales! Lo que vi enfrente mía no me gusto nada nadita. O para ser mas exactos me gusto mas de lo que esperaba y eso no me gusta. Delante de mi estaba Vanessa, pero era una Vanessa distinta. Es complicado explicarlo: cuando la vi en la oficina con aquella ropa tan impropia de ella me pareció que estaba muy guapa, pero desde luego ir en vestido de día y bailarinas le queda muchísimo mejor. Este atuendo es mucho mas acorde con su personalidad. Parecía una angelito caído del cielo. Casi me la podía imaginar caminando conmigo de la mano por él Retiro, riendo, jugando como una niña pequeña, feliz, a mi lado...

ESPERA ESPERA ESPERA!!!

Me estoy imaginando paseando por el Retiro con la hermana de mi mejor amigo de la mano, cual tonto enamorado?? Desde luego y sin lugar a dudas él hambre me esta jugando una muy mala pasada!

-Carlos, quieres mas?

Su voz me desperto, no podía ser otra no, tenia que ser ella. Me costo un esfuerzo titánico, de estos que hacen los superheroes para salvar él mundo, concentrarme en lo que estaba diciendo y no seguir mirando su sonrisa.

-Perdona, que decías?- dije intentando que no se me notase demasiado él atontamiento

-Que si querías un poco mas de pasta o si así te llega- me contesto con las misma sonrisa

Y ahí me di cuenta. Ella estaba con él plato en la mano sirviendo la pasta, que por cierto, tenia una pinta deliciosa. Mi plato estaba lleno y era él único que faltaba por acabar de servir antes del suyo.
No se ni cuanto tiempo llevaba embobado pensando en ella ni lo que me estaba pasando, pero era raro de narices.

Cariño, y no te estarás enamorando?

Tu no le estabas dando por saco a Blas?

Ai,Carlos. Cada uno tiene su propia conciencia, así que supongo que a Blas le da él coñazo la suya y yo te lo doy a ti.

Y no tienes nada mejor que hacer no?

Pues ahora que lo dices si, pero si prefieres que te haga pensar en la cara de tonto enamorado que debías tener mientras pensabas en Vane paseando por él Retiro pues me pongo a ello EH

Quieta parada! Ya tengo suficiente!

-Si, gracias Vane. Así esta bien

-Nada. Entonces, bueno que aproveche!! Por la primera de muchas comidas juntos los seis!- brindo ella

-Por la primera de muchas- brindamos todos y nos pusimos a comer.