Instagram (Blas Cantó)

Capítulo 40 (Maraton 5/5)

Dijo que después del ascensor, a la derecha habitación 201. Vale es esta. Iba a levantar los nudillos para llamar cuando una voz masculina me sorprendió por detrás (y si, digo me porque los otros cinco solo me acompañaron en él ascensor. Juzgaron que era un asunto mio y que debía enfrentarlo yo solo. Un día de estos juro que los mato)

-Se puede saber quien es usted y que hace delante de la puerta de la habitación de mi hija?

Me gire para poder hablar de frente con mi interlocutor

-Usted es él padre de Carla Sanchez Martinez?- pregunte con miedo

-Eso dije en efecto

-Me presento, soy Blas Canto- dije tendiéndole la mano

-Ah si, ya se quien es. Usted es uno de los cantantes de la banda que tanto le gusta a mi hija no?-devolviéndome él apretón

-Si, soy uno de los integrantes de Auryn

-Y, que hace aquí?- pregunto extrañado- Es decir, como supo que mi hija estaba aquí?

-Pues su hija me mando un direct por instagram hace unos días, un mensaje privado vaya- dije al ver que él padre de Carla me mira con cara de haber visto un alien- Dio la casualidad de que lo leí y le contesté. Estuvimos hablando y él otro día vi que me había mandado como un mensaje de despedida. Me preocupe, no se lo voy a negar, y quise saber si estaba bien. Moví algunos hilos y acabe aquí. Me preguntaba si podría verla.

-EH..esto...si supongo. Pero ahora esta dormida- se disculpó

-Seria mucho atrevimiento pedirle verla ahora y quedarme hasta que despierte? Creó que así sera mas bonita la sorpresa

-Claro, pase por favor- se adelanto en un ademán de abrirme la puerta

-Tuteeme por favor, soy mas pequeño que usted, así que si alguien tiene que tutearle soy yo- le pedí

-Tienes razón muchacho. Pero por favor pasa, aunque ten cuidado que hace poco se quedo dormida- me aconsejo

-Le molestaría que vinieses mis compañeros a verla cuando despierte? Se quedaron todos abajo para no agobiar pero creo que igual si le haría bien a Carla

-Claro, si ella acepta, por que no?

Él padre de Carla me abrió la puerta de la habitación. Por dentro era como me esperaba, una habitación blanca de hospital sin apenas decoración. En él centro había una sola cama donde dormía una chica que supuse era Carla.

Una chica puede estar guapa incluso enferma? Porque Carla os puedo asegurar que si. Estaba recostada sobre un lado en la cama mirando hacia la puerta por lo que pude observarla sin necesidad de moverme demasiado. Su pelo castaño estaba recogido en un moño despeinado, supongo que pensado para que pudiese dormir mas cómoda. Sus manos se juntaban debajo de su mejilla haciéndole adoptar una apariencia angelical. Sus rodillas estaban encogidas y parecía que tenia frío; por otro lado normal que lo tuviese, tenía las sabanas por debajo de la cintura.

Desperté de la burbuja en la que estaba metido y me acerque a su cama para taparla. Con cuidado de no despertarla cogí las mantas y las subí hasta la mitad del brazo, así no tendría ni mucho frío ni mucha calor. Finalizada mi tarea, y puesto que no había sillas, me senté en la camilla entre él hueco que hacían sus piernas y su pecho. No tenia nada mas interesante que hacer a decir verdad por lo que me dedique a contemplar él rostro de la que interiormente había apodado mi niña. En aquel momento no lo sabia, o no lo quería admitir pero era totalmente cierto.