Capítulo 8

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Bueno primero que todo, les dije que me demoraría en actualizar (aunque no creí que me tomara mucho) Este capítulo me costo un montón en escribirlo, solo espero que al final me dejen sus votos y/o comentarios, no les pido nada del otro mundo u.u... 

Acostumbrada a obtener siempre lo que deseaba, creyó que eso también se aplicaba a la persona que ella amara.

Ser la pequeña hija del Alfa perteneciente a la segunda manada más fuerte de la especie felina, le permitió crecer en un ambiente rodeada de lujos y comodidades, en el cual sus progenitores, como su hermano, la protegieron y malcriaron cumpliendo cada uno sus caprichos.

Los jóvenes de su edad intentaban llamar vanamente su atención, deseando convertirse en su pareja, pero ella los rechazaba, ya que en su corazón solo había lugar para aquel hermoso ángel de cabellos dorados y ojos verdes que conoció en su infancia.

Aún recuerda el día en que se enamoró perdidamente de él.

Bajaba las largas escaleras, sosteniendo entre sus brazos a su pequeño oso de peluche. Sus cortos pasitos caminaban lentamente hacia la sala, donde se podía escuchar las voces de sus progenitores conversar con dos desconocidos.

Al llegar al lugar, el bullicio seso. Los presentes dirigieron sus miradas a la pequeña niña que vestía un hermoso vestido floreado.

- Andrea ¿Qué haces por aquí? -le pregunto la melodiosa voz de su madre

- Deseaba estar con ustedes -respondió algo apenada.

- Llegas en un buen momento, hija -dice su padre, levantándose del sillón y caminado hacia la pequeña- Te quiero presentar a mis amigos Emily Baronet, Mike Henderson y a su hijo Jonathan.

Sus ojos azabaches se cruzaron con esas hermosas gemas esmeraldas. La verdosa mirada penetrante estremeció involuntariamente su cuerpo. Todo lo que había a su alrededor de pronto dejo de existir, para ella solo estaba él.

"Lo quiero para mí"-fue lo que pensó en ese entonces.

Desde ese día, hizo lo imposible para convencer a su padre para que la comprometiera con él, con su hermoso ángel. Y, cuando al fin cumplió su sueño, creyó que su amado Jonathan estaría feliz porque estarían juntos pero que equivocada estuvo.

Ahora su pobre corazón se oprimía dolorosamente en su pecho. La cruda realidad que presenciaba sus ojos azabaches al ver como el hombre que amaba, abrazaba protectoramente a otra persona que no era ella.

- Esto no está pasando -negaba una y otra vez- Nosotros estábamos comprometidos. Nos amábamos ¿cierto? -le mira suplicante.

- Yo nunca te quise, Andrea.

- ¡Mientes! -azota su pie contra el suelo.

Jonathan suelta un largo y pesado suspiro. La actitud necia de la mujer lo estaba fastidiando, es por esa razón que no le importo herir más los sentimientos de la pelirroja

- Quiero que se vallan ahora, antes de que se me acabe la poca paciencia que me queda.

La femenina reacia a seguir sus órdenes, se prepara para objetar, sin embargo, cuando es detenida por su hermano.

- Andrea, vámonos -sujeta firmemente sus hombros

- Déjame, Héctor -responde furiosa.

El castaño sin tomar en cuenta las protestas de su hermana, la alza entre sus brazos, caminando con ella hacia el automóvil que los esperaba en la entrada. Por la ventanilla mira por última vez al peliblanco.

Bajo la luz de la luna. (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora